A criterio del ex embajador ante la OEA, Arturo McFields, el reciente mensaje de “saludo de cumpleaños” de la vocera de la dictadura, Rosario Murillo al Cardenal Leopoldo Brenes está dirigido a El Vaticano con la intensión de que el jerarca católico no sea removido del cargo al presentar su renuncia por haber alcanzado la edad para retirarse, según el Derecho Canónico.

El pasado 7 de marzo, Murillo, en su alocución diaria, saludó a Brenes en ocasión de su 75 cumpleaños y aseguró que “habían quedado atrás los días de las campanas y los cristales rotos”, haciendo una alegoría entre el linchamiento Nazi el 9 y 10 de noviembre de 1938 y la ola de secuestros a religiosos que desató el régimen en diciembre de 2023.

“Ahora las campanas repican con alegría y victoria porque Cristo reina en Nicaragua y al saludar a su eminencia discípulo del cardenal Miguel Obando y Bravo nos comprometemos a trabajar en una cultura y una pastoral de justicia, concordia y liberación de todo mal, sobre todo el odio”, dijo Murillo el 7 de marzo.

Al respecto, McFields asegura que el mensaje es para el Papa Francisco, para que no nombren a otro arzobispo en Nicaragua.

“El mensaje es para El Vaticano diciendo que están bien con él y que no lo quiten, porque es su candidato a cardenal para siempre y el que les gusta”, expresó McFields en entrevista a Café con Voz.

El impacto de la negativa del BCIE

Por otro lado, McFields aseguró que la dictadura reaccionó con enojo al percibir que los recursos financieros del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) se reducirían.

“Esto significa que tuvo impacto y que hay que seguir trabajando en esa dirección para que el régimen se de cuenta que no puede seguir destruyendo el medio ambiente”, aseguró.

El pasado 7 de marzo, la dictadura sandinista respondió a las declaraciones de la nueva presidenta del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Gisela Sánchez, en las que aseguró que reducirá los créditos a Nicaragua.

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El régimen exigió respeto a Sánchez, a la vez que instó a no convertir al BCIE “en un campo de batalla política”.

Sánchez dijo que tanto Nicaragua como El Salvador habían superado los límites de los créditos que pueden recibir del banco.

“Lo que pasó con el BCIE y con el Fondo Verde, probablemente sea el comienzo de una jornada fuerte de sanciones contra el régimen y que van a ir aumentando a medida nos acerquemos al mes de abril”, refirió McFields.

Gisela Sánchez sienta posturas en el BCIE

También expresó que Sánchez está exponiendo sus posturas ante la administración pasada del BCIE, que estuvo a cargo de Dante Mossi.

“Creo que la nueva autoridad del BCIE quiso sentar posturas y tratar de hacer un parteaguas entre la administración anterior y la nueva. Gisella Sánchez está diciendo que se acabó la fiesta y que ella no es Dante Mossi”, dijo McFields.

En entrevista con Redacción Regional, Sánchez dijo que existe una alta concentración de la cartera en El Salvador con poco más del 25 por ciento, seguido de Nicaragua, con un 22 por ciento.

Gisella Sánchez, presidente del BCIE.

No obstante, Sánchez dejó entrever que la decisión ya fue notificada a los delegados de Nicaragua y El Salvador.

McFields dijo que es probable que desde el BCIE se otorgue un pequeño préstamo para bajar el nivel de rabieta de la dictadura, pero no será un gran monto.

“Probablemente les de un pequeño préstamo para calmar las aguas, pero ya no sería lo mismo que antes y lo harían porque la dictadura podría estar presionando más y no quieren ese nivel de relación”, opinó McFields.

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