Este viernes, el régimen sandinista secuestró al sacerdote Marcos Díaz, vicario de la iglesia Santo Tomás Apóstol del Puerto de Corinto, que se suma al secuestro del sacerdote Fernando Calero, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de Fátima en Rancho Grande.

En las últimas doce horas, la dictadura consumó el secuestro de tres sacerdotes: El Padre Héctor Treminio, canciller de la Curia arquidiocesana; y a los sacerdotes Díaz y Calero.

Según reveló a Café con Voz una fuente cercana, Díaz fue vicario general del obispo de León, Sócrates René Sándigo, cuestionado por ser afín al régimen “y según me dijo otro padre, él se había disgustado con Sándigo y éste le quitó la vicaria y lo envió a una parroquia. No era sandinista”, aseveró la fuente.

Este jueves, el tesorero de la Arquidiócesis de Managua y Párroco de la Iglesia Santo Cristo de Esquipulas, el padre Héctor Treminio, fue secuestrado por la Policía Sandinista la tarde de este jueves.

El secuestro ocurrió a las 5:40 de la tarde y se suma a la detención del Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Carlos Avilés.

Más temprano, la Policía Sandinista secuestró al Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Carlos Avilés Cantón, según confirmó una fuente a Café con Voz.

La información brindada por la fuente indicó que a Avilés lo secuestraron antes de las 8 de la mañana de este jueves 28 de diciembre, en el marco de una ola de arrestos que desató la dictadura contra religiosos en todo el país.

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