El obispo de la Diócesis de Siuna, Monseñor Isidoro Mora, se encuentra desaparecido desde la mañana del miércoles y se presume haya sido secuestrado por órdenes de los dictadores Ortega y Murillo.

Mora estaría secuestrado por supuestamente haberse referido al Obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien también víctima de confinamiento por parte del régimen desde agosto de 2022.

La desaparición de Mora se dio luego de una eucaristía que ofició en ocasión del 99 aniversario de la creación canónica de la Diócesis de Matagalpa, en la Catedral San pedro Apóstol, en la que el jerarca aseguró que la Conferencia Episcopal está unida en oración por el Obispo Álvarez.

“Quisiera expresarles el saludo de la Conferencia Episcopal (de Nicaragua). Estamos siempre unidos orando por esta amada Diócesis de Matagalpa, orando por monseñor Rolando, orando por el caminar de cada uno de ustedes. Estamos unidos en oración, en comunión, en fe, en amor, en ternura”, señaló Mora.

“Un saludo también a todos mis hermanos presbíteros de esta diócesis que nos acompañan y como buenos servidores del Señor animan y santifican al pueblo de Dios. Mis oraciones, mi cariño y amistad por ustedes y por monseñor Rolando”, apuntó.

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Monseñor Isidoro Mora fue citado por la guardia

Una fuente de todo crédito dijo a Café con Voz que Monseñor Mora debía celebrar unas confirmaciones en La Cruz de Río Grande y anunció que no llegaría porque lo habían citado en la guardia. “Se sabe que Monseñor llamó al Cura Párroco de esa localidad, diciéndole que no iba a poder asistir porque había sido citado por la policía de Río Blanco. Después de esa hora no responden su celular ni él, ni su chofer, ni los seminaristas que lo acompañaban”, dijo la fuente.

Este año que está por terminar, la Iglesia Católica nicaragüense sufrió más ataques gubernamentales que lo que pudo haber sufrido en los años 80, la llamada “década oscura” que gobernó Daniel Ortega, el mismo verdugo que ahora los asedia, confisca, expulsa y encarcela.

El 18 de octubre reciente desterró hacia Roma a los sacerdotes; Manuel Salvador García Rodríguez, José Leonardo Urbina Rodríguez, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Israel Zamora Silva, Osman José Amador Guillén, Julio Ricardo Norori Jiménez, Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez, Álvaro José Toledo Amador, José Iván Centeno Tercero, Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, Yessner Cipriano Pineda Meneses y Ramón Angulo Reyes.

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