Voz de América. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) abandonó Nicaragua este lunes a petición de las autoridades, informó la entidad humanitaria en un comunicado oficial.

La Cruz Roja entró a Nicaragua en 2018 a petición del régimen de Daniel Ortega, justo cuando surgieron una serie de protestas antigubernamentales que dejaron más de 300 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La misión de la Cruz Roja en el país era «con fines exclusivamente humanitarios”, y de hecho fue clave para cerciorarse de la condición de presos políticos en Nicaragua.

En marzo de 2019, el CICR y el régimen de Nicaragua formalizaron un acuerdo para visitar a personas detenidas en ese entonces.

“La acción del CICR en Nicaragua se ha centrado en estos años en tres grandes áreas de trabajo: apoyar a la Cruz Roja Nicaragüense para brindar servicios de Restablecimiento del Contacto entre Familiares y para fortalecer su labor humanitaria en favor de las personas más vulnerables; prevenir y atender consecuencias humanitarias de la privación de la libertad, y actividades de formación sobre el derecho internacional humanitario”, recalcó la entidad en una nota de prensa.

La salida del Comité Internacional tiene lugar meses después de que la Cruz Roja Nicaragüense fue disuelta por el oficialismo, quien también confiscó sus instalaciones tras acusarla de asistir a manifestantes en el año 2018 y de tomar una postura parcializada.Dictadura anula Cruz Roja y crea una nueva

El CICR para México y América Central dijo que reiteraba su disponibilidad «para reanudar su diálogo y acción humanitaria en Nicaragua».

Régimen ya había expulsado a jefe misión CICR

En marzo del año pasado, el régimen de Daniel Ortega expulsó al jefe de misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el país, Thomas Ess.  «No conocemos las razones de esta decisión que nos tomó por sorpresa”, informó la CICR en su momento.

La expulsión de Ess ocurrió menos de dos semanas después de que el mismo Gobierno nicaragüense otorgó al jefe regional del CICR, Jordi Raich, la orden “José de Marcoleta” en grado de “Gran Cruz”, el máximo reconocimiento que otorga Nicaragua a un extranjero, por su “colaboración respetuosa” y su “visión de acompañamiento a las prioridades del Gobierno”.

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