El embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Frank Mora y el secretario general de esta organización, Luis Almagro, afirmaron que seguirán de cerca lo que ocurre en Nicaragua, pese a que el 19 de noviembre este país deja de ser miembro del organismo por disposición de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Ambos reiteraron su cercanía con la justa lucha del pueblo de Nicaragua en contra del régimen ya de sobra reconocido a nivel nacional e internacional, por sus violaciones sistemáticas a los derechos humanos y ser autores de crímenes de lesa humanidad.

“Estados Unidos está más cerca de nuestras partes nicaragüenses que se mantienen firmes contra la represión en Nicaragua… nos aseguraremos que Estados Unidos no abandone al pueblo de Nicaragua”, expresó el embajador Mora durante un evento cultural, realizado en la sede de la OEA en Washington.

A pesar que el régimen de Ortega denunció la carta democrática de la OEA y decidió retirar a su representante de esta organización, ambos aseguraron está obligado a cumplir los compromisos en materia de derechos humanos que Nicaragua ha firmado como estado miembro en las últimas décadas.

“Nicaragua sigue estando sujeta al respeto de los derechos humanos reflejado en las normas consuetudinarias, por lo tanto, todos los derechos humanos continúan”, expresó el embajador Mora.

Mora también hizo un recuento de las graves violaciones por parte del estado de Nicaragua, incluyendo la persecución y los ataques contra la iglesia católica, así como el “asalto a personas e instituciones académicas de buena reputación”.

Las responsabilidades y obligaciones del Estado de Nicaragua en materia de derechos humanos siguen vigentes, destacó Almagro, durante la inauguración de la exposición Arte y Reflexión, de la nicaragüense Rosalía Gutiérrez Huete, realizada en la sede de la OEA en Washington, que retrata en su obra la situación en Nicaragua.

“La lucha del pueblo nicaragüense es en contra de los presos políticos, en contra de la concentración del poder, en contra de elecciones fraudulentas, en contra de las crisis sociales y humanitaria sin precedentes y todo el deterioro de la democracia, lo cual ha sido debatida y denunciada por todos los países de la región”, aseguró Almagro.

El secretario general de la OEA agregó que “la dictadura nicaragüense sabe que con el tiempo se terminaron, que prevalecerá el derecho y la justicia, como se expresó en la última resolución del consejo permanente de la OEA, las responsabilidades del estado de Nicaragua respecto a la obligación y cumplimiento de los derechos humanos, en base a los tratados interamericanos, continúan vigentes”.

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