Voz de América. Un juez nicaragüense condenó el lunes a 10 años de cárcel a cuatro sacerdotes; dos seminaristas y un fotoperiodista por cargos de traición a la patria y propagación de noticias falsas, los mismos delitos que han sido imputados a críticos al presidente Daniel Ortega, denunció un organismo de derechos humanos local.

De acuerdo con el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) las seis personas acompañaban al obispo Rolando Álvarez en la diócesis de Matagalpa, una ciudad al norte del país, cuando fueron detenidos y trasladados a la cárcel de máxima seguridad conocida como el Chipote. Álvarez está a la espera de un juicio bajo los mismos cargos, aunque se encuentra bajo arresto domiciliar.

La Iglesia católica no ha hecho declaraciones tras la condena dictada contra los sacerdotes por la justicia nicaragüense, señalada de estar controlada por Ortega, sin embargo el sacerdote Edwin Román, exiliado en Miami, escribió en Twitter que los sacerdotes fueron condenados de forma “injusta por la dictadura”.

“Mis hermanos sacerdotes encarcelados y condenados injustamente por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo… están viviendo en carne propia lo que los sacerdotes predicamos al pueblo de Dios: ‘Resistid firmes en la fe’”, escribió el prelado.

Según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), las seis personas condenadas también quedaron “inhabilitadas de por vida” para ejercer cargos públicos y de elección popular.

“Desde el Cenidh condenamos estas acciones perversas del régimen que violentan los derechos humanos”, agregó el organismo.

Nicaragua vive una crisis social y política desde el año 2018, cuando surgieron protestas contra el presidente Ortega, las cuales el mandatario catalogó de ser “un intento de golpe de Estado”.

Ortega ha acusado a la Iglesia católica y sus sacerdotes, de ser parte de ese plan, por lo que organismos de derechos humanos señalan que el mandatario ha empezado una cacería feroz contra los sacerdotes, quienes son considerados como el último bastión crítico al mandatario.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *