El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, aprovechó el evangelio del domingo relacionado con el encuentro que tuvo Jesús con un hombre rico, para hacer notar el apego de poderes políticos y grupos económicos, al dinero al bienestar financiero, antes que el respeto a la dignidad y a los derechos humanos.

El hombre rico, que le preguntó qué debía hacer para tener «herencia eterna». Jesús le reconoció a aquel hombre que había cumplido los mandamientos, pero que le faltaba algo fundamental en alguien que se dice seguidor de él: «Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme». Jesús se había dado cuenta de que aquel hombre era muy rico, vivía encerrado en su mundo de comodidades y estaba apegado a sus riquezas. A aquel hombre tan religioso le faltaba “una cosa” para ser feliz y tener una vida plena: abrir el corazón, salir de sí mismo y acoger a los demás con amor, explicó monseñor Silvio Báez.

«La experiencia de este hombre, apegado a sus riquezas, vale también a nivel social. Algunos grupos económicos de poder en nuestros países, interesados solo en el bienestar de los mercados financieros y el crecimiento de sus capitales, se han hecho cómplices de quienes ejercen el poder político, hipotecando el respeto a los derechos humanos y la sobrevivencia de las instituciones democráticas», dijo el obispo Auxiliar de Managua.

«Aprendamos la lección -agregó- (porque) los resultados son siempre desastrosos. Cuando el dinero no está al servicio del bien común y se coloca por encima de la dignidad de las personas el corazón se ciega, las sociedades se deshumanizan y los pobres son olvidados». Lea también Báez: “El aislamiento forzado es una realidad cercana a la muerte”

Cuando el poder y el dinero es lo más importante

Asimismo recordó las palabras del Papa que ha afirmado que a nivel social, “el dinero debe servir, no gobernar”. «El apego al dinero y la ambición de riquezas están a la raíz de los dolorosos dramas, la incertidumbre social y las crisis políticas que viven nuestros países».

«Quienes se aferran al poder y lo ejercen en modo irracional, despótico y violento, lo que buscan es conservar la riqueza que con el mismo poder han conseguido. Detrás de los poderes totalitarios siempre hay algún tipo de idolatría del dinero, al cual los tiranos rinden culto, ofreciéndole incluso sacrificios humanos», sostuvo monseñor Silvio José.

Y añadió que que quienes se empeñan en mantener el poder «no dudan en reprimir con violencia, robar las libertades, atemorizar con discursos incendiarios y falsificar los procesos democráticos. Los tiranos idólatras, por más que invoquen el nombre de Dios y se presenten como gente religiosa, le han dado la espalda a Jesús, como el hombre del evangelio, y se encaminan hacia su propia ruina».

El obispo Auxiliar indicó entonces que hoy Jesús enseña que la solución no está en despreciar el dinero, sino en saber darle su verdadero valor. «El dinero hay que ganarlo de manera honesta, hay que utilizarlo con inteligencia, hacerlo fructificar con justicia y saberlo compartir con los más necesitados. Preguntémonos siempre: ¿qué nos gusta más, acumular o compartir?, ¿qué preferimos, pasarla bien o vivir bien? Sobre todo, preguntémonos hoy si con nuestros bienes estamos apoyando en este momento a alguien más necesitado que nosotros», concluyó.

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