Monseñor Báez

El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, afirmó que “no tienen futuro” los que por ostentar el poder pretenden imponerse a los demás con la violencia, con un sistema “despótico y absoluto”.  

Báez en su homilía de domingo referida al evangelio de la “parábola de los viñadores homicidas”, afirmó que con la misma Jesús le recordó a los dirigentes religiosos y civiles de Israel, “que el pueblo no es propiedad suya, que la viña es del Señor” y que la autoridad la deben ejercerla como un servicio para el bien de todos.

“Cuando los poderosos se sienten seguros en un sistema que controlan en modo despótico y absoluto, se sienten dueños de la historia y de los demás. Cuando los poderosos se ciegan por la ambición y son esclavos del delirio de dominio, no dudan en reprimir, agredir con violencia e incluso matar”, dijo monseñor Báez.

La violencia es su arma, incluso contra Dios

Añadió que quienes se sienten dueños absolutos de todo y desean tenerlo todo, ignoran todo derecho y atropellan la justicia. “Solo conocen la fuerza bruta del aniquilamiento de los demás y de la apropiación indebida de los bienes que son de todos”, dijo el purpurado en el exilio desde abril de 2019.

“No dudan incluso en hacer violencia a Dios mismo, a quien manipulan para sus intereses, o lo niegan y expulsan cuando les resulta incómodo”, sostuvo monseñor Báez.

Pero a la vez, aseguró que los que ejercen este tipo de acciones no tiene futuro, porque Dios se encarga de demostrarles que suya es la viña y de nadie más.

“No tienen futuro los violentos que apagan la voz de los profetas y quieren hacer del mundo una finca particular y exclusiva para ellos. No tienen futuro quienes, poseyendo el poder político o religioso, en vez de servir oprimen y no producen frutos de justicia, compasión y defensa de los últimos de la sociedad”, expresó el obispo Auxiliar.

Añadió que  “no faltarán los buenos viñadores que, en lugar de devastar, cuiden con ternura; que, en lugar de hacerse servir, sirvan a los demás; que, en lugar de expulsar al Hijo, crean en él y lo escuchen. No lo dudemos”. 

“La vendimia de mañana será más abundante que las ambiciones y violencias de hoy”, concluyó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *