El exjefe de Montoneros, condenado en su país a 30 años de cárcel y luego indultado, es además de un firme defensor de los abusos del régimen sandinista, funcionario del gobierno, como se revela en esta investigación. Mientras el gobierno le quita la nacionalidad a cientos de nicaragüenses, les paga ilegalmente salarios del Estado a extranjeros que son afines a sus políticas y a su ideología.