La politización de la salud pasa factura al régimen, pero los ciudadanos son los que sufren. Internista en “la clandestinidad” pide paciencia, “no damos abasto”, se queja.
La politización de la salud pasa factura al régimen, pero los ciudadanos son los que sufren. Internista en “la clandestinidad” pide paciencia, “no damos abasto”, se queja.