Enfrentan también las prohibiciones de sus tradiciones y sus templos son vigilados por policías y parapolicías. Delegados de la Palabra comparan este tiempo con la agonía en Getsemaní: “Son días oscuros, pero amanecerá”, dicen.
Enfrentan también las prohibiciones de sus tradiciones y sus templos son vigilados por policías y parapolicías. Delegados de la Palabra comparan este tiempo con la agonía en Getsemaní: “Son días oscuros, pero amanecerá”, dicen.