En el marco de la fiesta partidaria por el 45 aniversario de la guerra civil de 1979, la dictadura sandinista ha desatado una nueva ola represiva tras amenazas de Rosario Murillo según denuncia el Monitoreo Azul y Blanco.
De acuerdo con el equipo interdisciplinario que desde 2018 documenta violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, se han reportado al menos seis detenciones arbitrarias en lo que va del mes de julio.
Según el reporte, hasta el 10 de julio de 2024, se han registrado más de 100 casos de medidas de control territorial.
Eso significa que el régimen obliga a las personas a firmar diariamente en los cuarteles de la policía que funciona como empleada de la familia Ortega-Murillo.
Periodista desaparecida y ataque de esbirros
Una gran parte de estas personas son visitadas cada 15 días por esbirros policiales, con el uniforme reglamentario o de civil, quienes les hacen firmar y les toman fotografías.
La organización también ha recibido denuncias de personas despatriadas de facto, que se enteran de su condición cuando las aerolíneas les notifican que no pueden retornar a Nicaragua por instrucciones de las autoridades migratorias.
La ola represiva ha alcanzado a periodistas que, en la mayoría de casos, se han retirado del oficio por jubilación, enfermedades, desempleo o seguridad por la criminalización que la dictadura nefasta ha declarado contra el gremio.
En ese contexto represivo, fue detenida y se encuentra desaparecida la periodista Nohelia González, ex trabajadora del Canal Católico de Nicaragua.
Desde el 9 de julio se supo en redes sociales que la periodista fue detenida y expulsada del país, pero a la fecha nadie ha podido corroborar el paradero de la comunicadora.
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Represión coincide con discurso de odio de Rosario Murillo
La ola represiva coincida con un venenoso discurso de odio de la co dictadora, sancionada y acusada de crímenes de lesa humanidad, Rosario Murillo, alias La Chamuca.
La vengativa, conflictiva y despreciable vocera de la dictadura, el pasado 5 de julio lanzó «veneno puro» contra periodistas, medios de comunicación, excarcelados políticos y desnacionalizados.
“Siempre habrá quienes ya no sean nicaragüenses: apátridas, mentecatos y miserables (…) Siempre les decimos a aquellos que viven hurgando para desear males: ¡cuídense!, porque el que desea mal, recibe mal”, despotricó Murillo.