Con el resultado dando vueltas como una moneda en el aire, se desconoce quién es el ganador de los comicios de Estados Unidos y por tanto la incertidumbre del recuento es la que reinará, hasta que se despejen los nubarrones en varios de los llamados “estados pendulares”. El demócrata Joe Biden adelanta ligeramente a Donald Trump, pero aún quedan por asignar ocho Estados que suman 98 votos electorales. Todo lejos de las encuestas.
De modo que Estados Unidos amaneció sin vencedor claro aún, pero si con evidentes perdedoras: Las firmas encuestadoras. La mayoría de las firmas y sondeos mostraban como un claro triunfador al ex vicepresidente Biden y en algunos estados por paliza.
Es decir, las encuestas previas daban una cómoda victoria de Biden versus una estrecha victoria de Trump, pero hoy, un triunfo claro ya está completamente descartado para cualquiera de los dos.
Algunos números
A mediados de octubre un sondeo de CNN/SSRS indicaba que Biden estaba 16 puntos por encima de Trump (57% a 41%). Otro de NBC News-Wall Street Journal publicado en esos días, señalaba una diferencia de 14 puntos de Biden frente a Trump (53% a 39%).
En el promedio de las encuestas nacionales compilado por la plataforma RealClearPolitics Biden le llevaba a Trump una ventaja de 9,2 puntos. En los estados pendulares, los márgenes bajaban, pero siempre mantenían como favorito al candidato demócrata.
La media de encuestas que realiza la web especializada en sondeos FiveThirtyEight, ubicó a Biden a una distancia de 10 puntos encima de Trump. Incluso desde abril la ventaja del demócrata en los sondeos se había triplicado.
Esa misma firma especializada comparó la situación de Biden con la de Hillary Clinton hace exactamente cuatro años, en octubre de 2016, y la entonces candidata llevaba una ventaja inferior, de unos seis puntos. Además, Clinton nunca llegó a superar el 50% en intención de voto y Biden llevaba más de dos meses por encima de ese umbral.
La excepción
En medio de este panorama de desolación para Trump y sus seguidores, una encuestadora de Atlanta, Georgia, llamada Trafalgar Group, mostró números más parecidos a lo que hoy son resultados en algunos estados vitales y otros en los que hay una electrizante carrera en el conteo de votos.
Una particularidad es que Trafalgar es una encuestadora que predijo correctamente que Trump ganaría el Colegio Electoral hace cuatro años y tuvo las únicas encuestas que mostraban al controversial mandatario ganando los estados de Pensilvania y Michigan que eran campos de batalla ese año. El grupo también predijo correctamente que Trump ganaría Carolina del Norte y Florida en 2016. La mayoría de los otros encuestadores se equivocaron en 2016.
Esta vez, es casi una repetición. Todos mostraron encuestas que indicaban que Trump sería derrotado por Biden de manera amplia, pero no Trafalgar. Robert Cahaly, miembro de Trafalgar, explicó a diversos medios que los votantes de Trump, son “tímidos” y que prefieren mostrar su simpatía en el sufragio y hasta engañan a las encuestadoras cuando les llaman para hacer los sondeos.
Esa explicación provocó críticas.The New York Times, indicó que Trafalgar “no revela sus métodos, y otros encuestadores lo consideran demasiado sombrío para ser tomado en serio. En su mayoría, lo descartan como un valor atípico».
«Es tremendamente inapropiado no decirme, no solo qué modos usas para extraer tu muestra, sino cómo lo hiciste específicamente», dijo Josh Pasek, profesor de comunicaciones, datos y ciencias políticas en la Universidad de Michigan, al hablar de esa firma encuestadora.
En la mayoría de los Estados pendulares el sondeo de Trafalgar, le dio siempre la victoria a Trump por tres o cuatro puntos máximo. La Florida fue uno de ellos. En Nevada, le dio la ventaja a Biden por un poco más de dos puntos y todo hace indicar que el demócrata capitalizará ese Estado.
En el mar de números y con los vientos a favor y en contra de sus sondeos, es una firma que a estas alturas debe sentirse cuando menos contenta de acertar en la mayoría de sus estadísticas, sin que eso signifique tenga la última palabra.
Por lo pronto, la moneda seguirá en el aire por al menos las siguientes horas o días.
El voto anticipado de poco más de 100 millones de estadounidenses, por correo o en persona, impulsado por las preocupaciones sobre centros de votación llenos en medio de la pandemia que azota al país, así como por un entusiasmo extraordinario, es el que determinará el resultado final en la medida que se cuenten los votos.
En el recuento de algunos estados pendulares, como Wisconsin, Michigan, Georgia y Pensilvania, estará la respuesta sobre quien se queda con la Casa Blanca.
Para llegar a la Oficina Oval se necesitan 270 de un total de 538 votos electorales.