Este viernes, el Ministerio de Salud sandinista (Minsa), inauguró las un Centro de Adicción de Alcoholismo y/o Drogadicción, en las instalaciones del confiscado Centro de Información y Servicios de Asesoría en la Salud (Cisas).
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo por medio del Ministerio de Salud (Minsa), abrió las puertas de un nuevo Centro de Atención para Personas con Adicciones de Alcoholismo y/o drogadicción de la zona occidental de Managua en las instalaciones del confiscado y allanado ilegalmente Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas).
En diciembre de 2018 el régimen ordenó el cierre y robo de las instalaciones de Cisas, a quienes acusaban de realizar acciones para desestabilizar al Estado y alterar el orden público. Esta medida se dio luego de que la dictadura sandinista iniciara el cierre de nueve oenegés más que se encargaban de empoderar y capacitar a los nicaragüenses en cuanto a sus derechos humanos.
Entre las instalaciones robadas por el régimen confiscado y las ha transformado para otro uso están el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), donde instalaron una casa materna; y en el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade), donde se impuso un lugar especial para la atención de personas con diabetes. Asimismo, en el departamento de Nueva Segovia, el Instituto de Liderazgo de las Segovias (ILS), fue convertido en una universidad. el-ladron-pone-su-foto-en-el-lugar-que-se-robo
Para Ana Quirós, directora de Cisas, expulsada de Nicaragua y que ahora reside en Costa Rica; el régimen de Ortega no respeta el derecho a la propiedad privada, violentando la Constitución Política de Nicaragua que prohíbe la confiscación.
“Esas instalaciones son el producto de 35 años de trabajo de Cisas, que se dedicaron íntegramente y que se continúan dedicando a defender el derecho de las personas, a participar, a opinar, a expresarse y a tener una vida digna», dijo Quirós.
«Lo que hace la dictadura es un esfuerzo más simbólico que real, porque lo que quisieran hacer es borrarnos del mapa, sin embargo, eso no lo van a lograr nunca, primero porque seguimos trabajando y segundo porque el esfuerzo de Cisas no está en los edificios, no está en los papeles, está en los cientos de miles de personas que Cisas ha tocado a lo largo de estos 35 años, y que sigue comprometido con el derecho a la salud, con la tarea de defender derechos y con el repudio a la dictadura, a la represión y a la violación a los derechos humanos”, añadió Quirós.
Cisas, al igual que el resto de oenegés y medios de comunicación ilegalmente ocupados y confiscados, interpuso un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, hasta el día de hoy no ha recibido ninguna respuesta de parte de esa institución que es controlada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).