El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sigue clamando a la comunidad internacional por el cese de las sanciones que Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, han impuesto contra sus funcionarios.
El embajador del régimen ante la Organización de Estados Americanos, Luis Alvarado, nuevamente repitió el pedido en un evento denominado “Foro sobre los desafíos del Derecho Interamericano en tiempos de pandemia”.
“Resulta inadmisible que en estos tiempos de pandemia se sigan manteniendo las agresiones incorrectamente llamadas sanciones, los bloqueos económicos y financieros, las prácticas proteccionistas y las afectaciones a los derechos humanos en contra de los pueblos y naciones del mundo por parte de las grandes potencias”, dijo Alvarado en el evento realizado en Washington.
La semana pasada la Unión Europea decidió emitir las primeras sanciones en contra de seis funcionarios de la dictadura que ya habían sido alcanzados por Estados Unidos y Canadá.
Dice que sanciones “ponen en peligro paz”
El delegado de la dictadura en la OEA, dijo que es de “ineludible cumplimiento” el que se respeten los principios y normas del Derecho Internacional, “y deje de ponerse en peligro la paz y la seguridad internacionales y se supriman de una vez por todas estos actos de agresión y de quebrantamiento de la paz “.
El discurso de Alvarado contrasta con lo que su jefe Daniel Ortega, hace a lo interno imponiendo la “paz” a punta de balas, persecución y sangre contra los opositores y manejando con enorme irresponsabilidad el tema de la pandemia del Covid19.
Al igual que lo hizo Ortega en sus últimas intervenciones, clamando por el cese de las sanciones, Alvarado exhortó “a esas naciones grandes del mundo a que depongan su actitud y visión hegemónica sobre otros pueblos, se abstengan de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado y la reemplacen por una actitud humana, cristiana y de amistad entre las naciones basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos que redunde en beneficio del fortalecimiento de la paz universal tan quebrantada hoy en día”.
Reiteró que son “numerosos los llamados al cese de la guerra, las agresiones mal llamadas sanciones y los bloqueos contra naciones soberanas, que ha hecho la comunidad internacional, y personalidades como su Santidad el Papa Francisco y el Secretario General de la ONU, entre otros.
El Pueblo nicaragüense continúa alzando su voz para demandar el cese de las agresiones mal llamadas sanciones contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países del mundo, que se siguen aplicando, producto de una política arbitraria, ilegal e injustificada que cercena la paz, la seguridad, el bienestar y el derecho de estas naciones a su igualdad jurídica y al ejercicio de su libre autodeterminación en el concierto de las naciones”.
En Nicaragua han sido sancionados 16 funcionarios de la dictadura de forma individual entre ellos, la vocera y consorte de Ortega, Rosario Murillo y los hijos de ambos, Laureano y Rafael Ortega Murillo.
Todos los sancionados han sido por violar derechos humanos y estar involucrados en casos de corrupción. También se han sancionado negocios como DNP Petronic y Zanzíbar, ligadas a Rafael Ortega, así como Bancorp, una entidad bancaria ligada a la familia dictatorial.