El Congreso estadounidense dio inicio el miércoles por la mañana sendos debates sobre la apertura de un nuevo juicio político al presidente Donald Trump, quien es acusado por sus adversarios y hasta miembros de su partido, como quien alentó el asalto al Capitolio en Washington que dejó cinco muertos.
La Cámara de Representantes prevé una votación de la acusación formal pasado el mediodía, donde no existen dudas de que prospere, ya que los demócratas tienen mayoría en la Cámara baja.
Esto daría apertura formal del proceso de juicio político contra el 45° presidente estadounidense, que se convertirá en el primero en la historia del país en ser procesado dos veces en el Congreso.
Trump se siente confiado
Trump afirmó el martes que hay «cero riesgo» de que le destituya su gabinete bajo el proceso establecido en la Enmienda 25 de la Constitución, y denunció el «asalto a la libertad de expresión» que se ha cernido sobre él y sus seguidores tras el ataque al Capitolio.
En la primera aparición en público después de los actos violentos en el Capitolio, precedido por un acto en el que se reunió con sus simpatizantes, Trump se refirió por primera vez a las peticiones de la oposición demócrata para que su vicepresidente, Mike Pence, inicie un proceso para destituirle bajo esa enmienda constitucional.
«(El proceso para un juicio político) está causando un enfado tremendo, una división y un dolor mucho mayores de lo que entenderá jamás la mayoría de la gente, lo cual es muy peligroso para los Estados Unidos, especialmente en este momento delicado», dijo Trump en un discurso brindado en el muro de la frontera con México.
«La Enmienda 25 supone cero riesgo para mí, pero le pasará factura a (el presidente electo) Joe Biden y su Administración. Como dice la expresión, ten cuidado con lo que deseas», afirmó Trump, sin aclarar a qué se refería, dado que Biden no ha llegado a pedir explícitamente que se active ese mecanismo. Pence se ha negado a actuar en esa dirección, al indicar que no cree sea algo que sirva para que el país retome la senda de la tranquilidad.
“No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés de nuestra nación o sea consistente con nuestra Constitución”, dijo Pence en una carta a la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, justo antes de una votación en la Cámara Baja de una resolución exigiendo apelar a ese mecanismo sin precedentes en la historia estadounidense.
La Cámara Baja tiene previsto votar este miércoles para acusar formalmente a Trump de «incitar una insurrección» de sus seguidores antes del asalto al Capitolio, lo cual obligará al Senado a someterle a un segundo juicio político que se celebrará una vez que Biden ya esté en el poder. .
Sobre lo que ocurrió en el Capitolio
Trump defendió su discurso antes del asalto al Capitolio como «totalmente apropiado»- pidió que el país avance hacia «la paz», pero volvió a inflamar las tensiones que ha generado su propia suspensión y la de miles de sus seguidores en redes sociales como Twitter.
«La libertad de expresión está bajo un asalto sin precedentes», denunció el mandatario saliente.
Trump definió como una «turba» a aquellos seguidores suyos que asaltaron el Capitolio -a los que había descrito como «gente muy especial» durante el ataque- y afirmó que él no cree en «derribar» las instituciones del país.