La Secretaria de Estado para Asuntos Exteriores de España, Cristina Gallach, manifestó que su gobierno “no acepta las violaciones de derechos humanos que vive Nicaragua y considera que es necesario hacer reformas electorales en este país centroamericano».
España se unió a las voces de la comunidad internacional que presionan para que el régimen de Daniel Ortega, realice reformas electorales en Nicaragua para garantizar un camino a la democracia en el país.
De acuerdo con Cristina Gallach, Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de España; su gobierno “aspira al inicio de un proceso de reforma electoral a través de la Organización de Estados Americanos”. Sumado a esto, la diplomática manifestó que “las violaciones de derechos humanos es un camino inaceptable en Nicaragua”.
Negociada con todos los sectores implicados
El Gobierno español manifestó que las reformas electorales que se realizarán en Nicaragua deben ser con la participación de “todos los sectores implicados hasta a unas elecciones justas, libres y transparentes”.
“Nos preocupa la opción de acción de la vía unilateral, insistimos la urgencia de retomar la senda del diálogo, tuve ocasión de subrayarlo, defendemos que ello debe de hacerse con el acompañamiento de la comunidad internacional”, manifestó la diplomática.
Ortega se niega a negociar con oposición, lo quiere hacer con colaboracionistas
Al inicio del año legislativo 2020 en Nicaragua, dentro de la agenda de trabajo, los diputados sandinistas destacaron que entre uno de los puntos que se trabajarían era el de hacer reformas a la Ley Electoral o Ley 331.
La comunidad internacional y nacional ha demandado reformas electorales con cambios de magistrados, revisión y actualización del padrón electoral, aunado a la despartidización que mantienen el FSLN y el PLC dentro del Poder Electoral.
Sin embargo, Ortega y sus colaboradores han manifestado que las reformas electorales es un tema que solo le compete a los partidos políticos representados dentro del parlamento, entre los cuales está el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), liderado por Arnoldo Alemán, expresidente de Nicaragua acusado por actos de corrupción y por haber pactado con el actual dictador para que este ocupase la silla presidencial; dejando por fuera a los movimientos opositores que surgieron producto de las protestas generadas en abril de 2018.
Otro de los partidos “zancudos” que está dentro del parlamento y que ha sido fuertemente cuestionado por su “colaboracionismo” es el Partido Liberal Independiente (PLI) que ocupa curules gracias al favoritismo del FSLN en las elecciones generales de 2016, también destaca la presencia del Partido Alianza Liberal Nicaraguense (ALN), ambos partidos no obtuvieron ni el tres porciento en los comicios desarrollados hace cuatro años.
También resalta Byron Jeréz por el Partido Alianza por la República (APRE), exdirector de la ingresos de Nicaragua durante el Gobierno de Alemán, acusado por robarse dinero del Estado en el periodo de 1997 a 2002. Este personaje ha
Con esos partido y personajes, Ortega piensa entablar un diálogo acompañado por la junta directiva del Parlamento y el Poder Judicial controlado por el sandinismo, para hacer las reformas a la Ley Electoral.