Bogotá, 15 nov (EFE).- El archipiélago de San Andrés, ubicado en el Mar Caribe, está en alerta este domingo por el paso del huracán Iota, por lo que se está preparando para mitigar los efectos del ciclón tropical tras los estragos causados en los últimos días por Eta.
«El huracán Iota se mantiene en categoría 1 con vientos máximos de 150 kilómetros por hora. Sigue desplazándose al occidente a una velocidad de quince kilómetros por hora. Se encuentra a 315 kilómetros de San Andrés, expresó la directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) de Colombia, Yolanda González.
La funcionaria añadió que están vigentes un «aviso de huracán» para Providencia, poblada por unas 5.000 personas, y otro «aviso de tormenta tropical para San Andrés», donde viven más de 43.000 ciudadanos.
«Se estima que entre la noche del domingo, la madrugada y mañana del lunes se aproxime al archipiélago y esté más cercano hacia el norte de la isla de Providencia», añadió González, que está en el archipiélago atendiendo la situación.
Dijo además que hay probabilidad de «lluvias intensas, acompañadas de tormentas eléctricas, incremento de las olas, marejadas, vientos fuertes, vientos huracanados y ráfagas de viento».
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU., el huracán en las últimas horas ha aumentado su velocidad de desplazamiento y ahora se mueve con dirección oeste-noroeste a 9 millas por hora (15 km/h) y se espera que hoy se mueva a través del suroeste del Mar Caribe y el lunes pase cerca o sobre Providencia.
Iota se dirige hacia Nicaragua y Honduras, países azotados también por Eta y que ahora se alistan para recibir el impacto de lo que en las próximas horas puede llegar a ser un huracán mayor de categoría 4.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
El presidente colombiano, Iván Duque, dijo el pasado 9 de noviembre que el paso del huracán Eta dejó dos heridos, 141 familias damnificadas, seis viviendas destruidas y 64 más averiadas, al igual que 24 establecimientos comerciales y un centro comunitario afectados.
En ese sentido, el coordinador de Gestión del Riesgo de San Andrés, Walden Downs, explicó a EFE que ante el inminente paso de Iota las autoridades locales están tomando medidas para reducir el impacto que pueda provocar el ciclón.
Como ejemplo de ello puso que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) les donó maquinaria para hacer «limpieza de los canales fluviales», así como ya están listas ocho bombas para el «desagüe de aguas fluviales».
«Hemos ido ya directamente por los barrios, con las juntas de acciones comunales, limpiando las canaletas, los desagües. Tenemos habilitados cuatro refugios temporales en la zona alta de la isla u dos más en la parte más baja», detalló.
En los albergues, explicó Downs, habrá personal médico que le tomará pruebas de covid-19 a las personas que lleguen allí para tener un control en caso de que haya personas contagiadas y para evitar un brote de coronavirus.
«Tenemos una tarea preventiva con las entidades operativas que están haciendo tala y poda de árboles que puedan estar obstruyendo o que puedan caer en vía pública, o que puedan caer sobre infraestructura», añadió el funcionario.
Igualmente la Gobernación de San Andrés decretó toque de queda a partir de las 15.00 hora local de este domingo hasta las 5.00 de la mañana del lunes, mientras que restringió el «uso de playas y desarrollo de actividades náuticas para raizales (nativos de la isla, con ascendencia inglesa y africana y su propio idioma, el creole), residentes y turistas hasta nueva orden».