El dictador Daniel Ortega, confirmó sus verdaderos propósitos detrás de la propuesta de reforma que envió a la Corte Suprema de Justicia, al indicar en sus palabras que la cadena perpetua para los “crímenes de odio”, será usada contra los opositores en Nicaragua.
Ortega, señalado de cometer crímenes de lesa humanidad desde abril de 2018, aseguró que no decreta pena de muerte en Nicaragua porque un convenio internacional se lo impide, pero dejó claro que van por la cadena perpetua para «crímenes de odio», señalando de eso a los opositores a su régimen.
“Quieren seguir cometiendo asesinatos, colocar bombas, provocar destrucción más destrucción de la que ya provocaron el 2018, agregado a esto el daño que ha provocado la pandemia, no tienen alma, no tienen corazón, no son nicaragüenses, son hijos del demonio, son hijos del diablo y está lleno de odio cargados de odio, están cargados odio, resuenan odio, son criminales, cobardes, se creen intocables porque se les dio amnistía, ya se les dio la oportunidad, una amnistía pero ya no habrá otra amnistía, el pueblo pedirá cuentas”, dijo Ortega en su aparición de saludo al 199 aniversario de la Independencia.
Ortega culpa a la oposición de supuestos crímenes y asesinatos en el 2018, en ese momento el dictador encarceló a centenares de nicaragüenses que alzaron su voz contra el régimen, pero bajo una espuria Ley de Amnistía, Ortega- Murillo, los excarceló en junio 2019.
Michele Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos en Naciones Unidas, dijo el lunes que a través de esa Ley de Amnistía, que Ortega orientó para proteger a sus criminales que mataban en las calles, se perpetuaba la impunidad.
“En su habitual y trasnochado discurso, el dictador destiló una cuota mayor de odio a la oposición. Se ve que le duele estar cada vez más solo. Dejó claro que le preocupa el avance de la lucha por la libertad. ¡Se va!”, reaccionó el director Ejecutivo de la Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro en su cuenta de Twitter.
La consorte del dictador, Rosario Murillo, anunció que Ortega había instruído la propuesta de ley que implicaría una reforma a la Constitución que establece que la pena máxima en Nicaragua son 30 años de prisión.
Ortega ha usado como justificación a su verdadero objetivo, la violación y asesinato de dos niñas en Mulukukú. No se refiere a la violación, porque él mismo es señalado por su hijastra Zoilamérica Ortega Murrillo, de haberla abusado cuando era adolescente.
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“El pueblo pedirá cuentas y el marco de las leyes en el marco de las regulaciones que tienen el Estado nicaragüense están las leyes para castigar, para sancionar, no por lo que digan, si no por lo que hacen y hacerle daño a una familia, asesinar una familia como han asesinado familias, eso es imperdonable, no hay indulto, no hay amnistía que valga. Más bien como hemos anunciado hay que fortalecer el Sistema Judicial y hay que instalar pena mayores, para crímenes de odio, para crímenes mayores como estos que se han cometido como contra esta niña en el Norte de nuestro país”, dijo el dictador.
Su obsesión con Estados Unidos
El vetusto tirano siguió develando el verdadero objetivo de la propuesta de cadena perpetua y no faltó su delirante obsesión de señalar a Estados Unidos.
“Quieren repetir la historia se sienten poderosos porque tienen el espíritu de servidumbres frente al yanqui y se sienten orgullosos cuando se reúnen con el yanqui, piden que le apliquen a Nicaragua sanciones, que no son más que injerencia y se toma la foto y se sienten orgullosos y él (yanqui) les dice que busquen cómo unirse para derrocar en las elecciones al gobierno sandinista”, dijo el tirano.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, tildó este martes como “dictador” igual que Somoza al que combatió a finales de los años 70. Pompeo señaló a Ortega además, de “redoblar la represión” contra la prensa independiente y la oposición en este país centroamericano.
“A pesar del llamado de la comunidad internacional a elecciones libres y justas, Daniel Ortega está redoblando la represión y se niega a honrar las aspiraciones democráticas del pueblo nicaragüense”, dijo Pompeo en una declaración distribuida en Managua por la embajada estadounidense.
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