La Asociación Nicaragüense de Sevilla denunció la existencia de “mafias del campo” en España, de la que forman por empresarios y que someten a los migrantes ilegales, a explotación laboral y tratos crueles, que terminan en tragedias como la muerte del connacional Eleazar Blandón el pasado 1 de agosto.
“Queremos hacer constar nuestra más enérgica protesta por el fallecimiento de Eleazar Blandón mientras trabajaba en el campo en condiciones inhumanas y de esclavitud”, dice el comunidado leído en una de las avenidas de Sevilla donde realizaron una protesta el fin semana.
Eleazar Blandón falleció a causa de un golpe de calor originado por una temperatura de 44 grados bajo la que recogía sandías en España, los tratos inhumanos a los que era sometido por su empleador donde no lo dejaban ni beber agua y las jornadas cansinas de más de 11 horas que tenía que cumplir.
El comunicado de los nicaragüenses en España, indica que Blandón abandonó su país de manera obligada su país, empujado por la falta de empleo y que buscó un mejor futuro para él y sus hijos trabajando desde el país europeo.
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“Pero las mafias del campo, la falta de conciencia de algunos empresarios agrarios que dejan en manos de esos capataces las vidas de los jornaleros y el retraso burocrático de las autoridades a la hora de dar respuestas a situaciones urgentes de exilio y refugio se interpusieron fatalmente en su camino”, dice el comunicado.
Tratos de épocas de esclavitud
A la vez denuncian la falta de control y la explotación a la que se ven sometidos los emigrantes temporeros, obligados a trabajar hasta 12 horas, en condiciones deplorables y sin cobertura legal alguna.
Otro elemento es la existencia, denunciada reiteradamente por sindicatos como Unión General de Trabajadores, de mafias que, como fardos, “contratan” y controlan a los emigrantes jornaleros, sometiéndolos a jornadas de trabajo propias de la época de la esclavitud.
Asimismo los nicaragüenses en España denuncian el accionar de las autoridades españolas que propician casos como el de Eleazar, que atentan contra el artículo primero de la Declaración de los Derechos Humanos que dice que «todos somos iguales en dignidad, y dotados de razón, debemos portarnos fraternalmente los unos con los otros”.
En el comunicado de los nicaragüenses en España, también se expone la “burocratización excesiva” para la resolución favorable de expedientes de emigrantes procedentes de países donde impera la represión, como es el caso de Nicaragua.
José Verjano, secretario de UGT de la Federación de Industrias, Construcción y Agro, dijo que “es vergonzoso que a estas alturas, se esté dando discriminación tan severa y es impresentable que se esté pagando el trabajo a destajo, sometiendo a migrantes a jornadas inhumanas en condiciones impensables”.
El catedrático universitario, Mariano Reyes, dijo que lo que ocurre “es que estamos peor que hace 20 años, porque se está contratando y subcontratando en condiciones muy precarias a nicaragüenses, para jornadas de 12 y 14 horas, por un sueldo paupérrimo”.
Repatriación del cuerpo en veremos
La familia de Eleazar sigue a la espera de que salga un vuelo de repatriación de su cuerpo que permita sepultarlo finalmente en su natal Jinotega, Nicaragua. Ana Blandón, hermana del fallecido, dijo que se suponía que habría un vuelo el 18 de agosto, pero se ha conocido de su cancelación.
La entrega del cuerpo de Eleazar fue uno de los primeros obstáculos que enfrentó Ana en España, pues en principio no le dejaban ver el cuerpo de su hermano ni para reconocerlo.
Eleazar dejó en la orfandad a cinco hijos y al igual que su padre murió producto de un golpe de calor, solo que su progenitor murió en 2016 en Texas, Estados Unidos.