La Policía sandinista detuvo al excanciller Francisco Aguirre Sacasa por ser supuestamente el destino o «tope» de dos campanas robadas en la iglesia San José Obrero de Granada y que supuestamente fueron compradas por exfuncionario liberal.
Aunque posteriormente fue liberado, Aguirre Sacasa fue presentado junto a los delincuentes que perpetuaron el robo. Según el relato de los sujetos, el exdiplomático pagó casi 3,400 córdobas por las campanas.
El también exembajador de Nicaragua en Washington, fue señalado y presentado junto a siete personas más en Plaza El sol de Managua.
Aguirre Sacasa señala «aspectos políticos» detrás de su detención
Según Aguirre Sacasa, la Policía sandinista tomó en consideración su no participación en el delito de robo para ponerlo en libertad, y agregó que «hay aspectos políticos en todo esto (detención y presentación con los ladrones), pero te puedo decir que soy inocente de haber comprado unas campanas que eran robadas».
El excanciller dijo que se sentía decepcionado por la intención de dañar su reputación y se desconoce si la Policía sandinista va a acusarlo por algún delito, pero contratará un abogado que se ocupe del caso, adelantó.
Los hechos contra el excanciller
Felix Antonio Rivas Lumbi, alias «El pulpo», José Ramiro Ramirez Manzanares, Noel Rivas Castillo, Francisco Aguirre Sacasas son señalados de recibir los objetos robados mientras Darwin Martinez Vargas está sin detener, según la Policía sandinista.
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Aguirre Sacasa, quien es invitado como analista político y excanciller a diversos programas, apareció en un vídeo presentado por la Policía sandinista, indicando que habían llegado a ofrecerles las campanas y que él no daba más de 100 dólares por las dos.
Uno de los detenidos, según la Policía, supuestamente ya conocía al excanciller porque en ocasiones anteriores le habría comprado objetos de antigüedad.
Crítico contra Daniel Ortega
Aguirre Sacasa es considerado una de las voces críticas de la dictadura de Daniel Ortega, aunquen algunos lo han señalado de ser de los que propician un «aterrizaje suave» para el régimen e intereceder porque no se sancione al Ejército sandinista.