El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha, afirmó que ninguna dictadura es eterna y que, por tanto, nadie puede afirmar que los exiliados de los países bajo sistemas totalitarios no volverán a su patria nunca, a como afirmó Rosario Murillo, la segund al mando de la tiranía en Nicaragua.
Basado en el pasaje de la Biblia que relata la tercera vez que Jesús se les apareció a los discípulos, luego de haber resucitado, Somarriba dijo que casualmente es Hijo de Dios que el que ahuyenta con su poder todo lo que oprime y mantiene cautivos a los hombres y a los pueblos.
«La potencia de la resurrección de Jesús no ha terminado todavía de invadir la vida de los discípulos, de los pueblos y por tanto de la Iglesia; Jesús es la vida y la luz que disipa todo miedo, terror y toda oscuridad que envuelve a todo pueblo como lo viven las barcas con sus discípulos cubanos, venezolanos y nicaragüenses, y también las barcas de todos nosotros los exiliados volverán a atracar las tierra firme de nuestras patrias», dijo Somarriba.
«Aun cuando hoy se nos echa en cara que no volveremos nunca, que no regresaremos jamás como si los ladrones y adueñados de lo que no es de ellos son eternos, volveremos», aseguró el sacerdote.
Respuesta a la desdentada del Carmen
Lo hizo para referirse a las palabras que la criminal Rosario Murillo, dijo antes de finalizar en mes de abril en las cuales afirmó que los «imperdonables» a como califica a los nicaragüenses que luchan desde fuera contra su dictadura «jamás podrán regresar» a Nicaragua.Murillo vomita fuego contra opositores: «Jamás podrán regresar»
«Algún día su putrefacta barca personal tocaran tierra y ahí habrá llanto y desesperación porque sus remar en la oscuridad de sus conciencias les llevara al lugar donde el fuego no se apaga. De esto estamos seguros, nada ni nadie podrá impedir que la barca exiliada arribe de vuelta al puerto de nuestra patria, patria rodeada por lagos y volcanes», dijo Somarriba.
El padre diji que al creyentes le hace falta disponerse a acoger la luz y la presencia, la salvación que Cristo nos da, porque Jesús continuará siempre manifestándose en la vida de los que tienen fe. «También en la vida de nuestra gente sometida a las noches oscuras de la guerra, la opresión, la violencia, el destierro y la muerte», afirmó.
Recordó que en el evangelio los discípulos han pasado toda la noche pescando sin éxito y que ésto, para él, lo que simboliza el esfuerzo humano en la oscuridad de la opresión y la impotencia que muchas comunidades sienten bajo el yugo de dictadores.
«Esta falta de fruto es reflejo de las luchas de aquellos que enfrentan represión y violencia, anhelando justicia y libertad», dijo Somarriba quien añadió que al amanecer, Jesús se presenta en la orilla y guió a los discípulos para echar las redes al otro lado del barco, lo que resultó en una pesca abundante.
«Jesús sigue indicándonos a que lado echar las redes, hay que echar las redes al lado de la compasión, de la verdad, de la justicia y de la libertad», dijo el padre Marcos, quien finalizó indicando en contextos de injusticia social, la comunión compartida significa la unidad y la fortaleza que se encuentran cuando las comunidades se reúnen para apoyarse mutuamente y construir un futuro mejor