Reporteros Sin Fronteras ubicó a Nicaragua en el puesto 172 de 180 con la peor nota entre los países del continente en la calificación del año 2025. A nivel mundial aperece ubicado en el grupo de los diez países donde la prensa independiente ha sido llevada a niveles críticos por regímenes autoritarios.
«No hay lugar para el periodismo: Nicaragua en el fondo de la tabla», alerta RSF en el índice anual hecho público este 2 de mayo. La organización resume así la escalada represiva del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra el periodismo independiente, acción que comenzó en 2018, en medio de las protestas ciudadanas que paralizaron el país y que fueron exterminadas con fuerza letal con un saldo de al menos 355 crímenes aun impunes.
«No hay lugar para el periodismo: Nicaragua en el fondo de la tabla», alertó RSF en el índice anual hecho público el 2 de mayo que agregó que agregó que «el régimen Ortega-Murillo ha erradicado los medios independientes, ha retirado la nacionalidad a numerosos periodistas y ha empujado a centenares al exilio».
Peor que los peores
RSF afirmó que la situación del periodismo en Nicaragua es incluso peor que en Cuba (165) y Venezuela (160), también bajo regímenes autoritarios.
En el mundo, Nicaragua está por debajo de Rusia y solo está por encima de Irán (176), China (178), Corea del Norte y Eritrea (180) este último ubicado en el fondo de la clasificación porque es un país sujeto «a la absoluta arbitrariedad» del presidente Issaias Afeworki, responsable de crímenes de lesa humanidad según un informe de la ONU de junio de 2016. RSF lo califica como un «país infame por las detenciones de periodistas más largas del mundo».
De acuerdo con RSF, la situación de la libertad de prensa empeoró en 2024 en América debido a las crisis económica y a la deriva autoritaria que afrontan muchos de sus países, que hacen que la independencia editorial se haya debilitado.
En general, la organización alerta de que la situación de la libertad de prensa en todo el mundo está en su peor momento, desde que empezó a elaborar el índice en 2002, debido a la mala situación económica de los medios, en momentos en que numerosos gobiernos atacan también a su independencia editorial.