Dos inmigrantes nicaragüenses detenidos en la base naval estadounidense de Guantánamo rompieron el silencio para denunciar ante la justicia el «miedo extremo y la intimidación» que enfrentan los migrantes retenidos en ese lugar.
La agencia AP informó el sábado en su versión en inglés, sobre el asunto y las denuncias generaron preocupación sobre el trato que reciben los inmigrantes en la isla.
La nueva demanda, según reportó la agencia de noticias, fue presentada en nombre de estos nicaragüenses ante una corte federal en Washington. En su contenido, expone un entorno de aislamiento severo, vigilancia constante y restricciones que violan los derechos constitucionales al debido proceso y la representación legal.
Clima de terror
Además, los abogados describen cómo las autoridades han instaurado un clima de terror que impide a los detenidos comunicarse libremente con sus abogados o familiares.
«Los oficiales en Guantánamo han creado un clima de miedo e intimidación extremos donde los detenidos inmigrantes temen hablar con sus abogados», señala la demanda, advirtiendo que las condiciones en la base son incluso más duras que las de las cárceles del continente o instalaciones militares en tiempos de guerra.
Según el testimonio de Johon Suazo-Muller, uno de los nicaragüenses demandantes, revela la magnitud de los abusos: «Se me ha permitido hablar con mi familia unas 20 veces. Cada llamada dura unos cinco minutos».
Suazo Muller afirma que emigró de Nicaragua en octubre de 2023 y llegó a Estados Unidos buscando asilo y una vida mejor, pero ahora denuncia que en Guantánamo no puede siquiera informar a sus seres queridos sobre su paradero ni su situación: «No puedo decir dónde estoy ni detalles sobre cómo estoy», expresó.
Además de las restricciones en la comunicación, los migrantes enfrentan interrogatorios del FBI bajo supervisión militar, registros humillantes y confinamientos en celdas de concreto sin luz ni ventanas, según la denuncia.
Pese al temor a represalias, estos nicaragüenses decidieron alzar la voz, convirtiéndose en piezas clave en la lucha contra los abusos a inmigrantes detenidos en Guantánamo. Sus testimonios exponen una realidad silenciada y coloca en el centro del debate el respeto a los derechos humanos en tiempos de creciente endurecimiento de las políticas migratorias que lidera la administración Trump.
De acuerdo con la agencia de noticias, el Comando Sur de Estados Unidos evitó pronunciarse sobre el caso y remitió las consultas al Departamento de Seguridad Nacional, que aún no ha respondido.