La dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo, condenó la «criminalización de nuestros hermanos migrantes” por parte del Gobierno de Donald Trump, quien prometió llevar a cabo la mayor campaña de deportación de la historia de Estados Unidos, EEUU.

“Condenamos con fuerza la criminalización de nuestros hermanos migrantes, así como el indigno y bochornoso trato que están recibiendo”, enfatizó el canciller de la dictadura, Valdrack Jaentschke, durante la reunión de cancilleres el martes en el marco de la IX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebra en Honduras.

“Expresamos nuestra solidaridad con los familiares de todos los hermanos migrantes secuestrados y encarcelados, negándoles todos sus derechos y exigimos su retorno inmediato a Venezuela”, añadió.

Celac contra Trump

La Celac en sí ha lanzado una crítica hacia las políticas migratorias de EEUU, particularmente a las deportaciones masivas y el encarcelamiento de migrantes en países como El Salvador.

Los líderes latinoamericanos presentes en la cumbre señalaron que estas políticas no solo vulneran los derechos humanos fundamentales, sino que también ignoran las causas estructurales que obligan a miles de personas a migrar. Entre estas se encuentran la desigualdad económica, el desempleo, la violencia y los efectos del cambio climático en los países más pobres.

Castrochavismo suelto

El presidente colombiano, Gustavo Petro, fue uno de los más contundentes al comparar a los migrantes esposados desde Estados Unidos con los esclavos africanos que llegaron encadenados al continente durante la colonización. Petro destacó que la migración es una consecuencia directa de la desigualdad geográfica y cuestionó si la solución es criminalizar a los migrantes y enviarlos a cárceles en El Salvador.

Por su parte, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, anfitriona de la cumbre, pidió respeto hacia la Celac como una “zona de paz” y subrayó que los jóvenes latinoamericanos, en su búsqueda del “sueño americano”, están siendo deportados de manera masiva.

El dictador Miguel Díaz-Canel y el aprendiza de dictador de Bolivia, Luis Arce, también condenaron estas prácticas, señalando que representan tratos inhumanos y violaciones a los derechos fundamentales.

Además, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, abogó por una cooperación regional para abordar la migración desde una perspectiva humanista, enfocándose en las causas estructurales como la pobreza y la violencia. Sheinbaum enfatizó la necesidad de unidad y solidaridad entre los países de América Latina y el Caribe.

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