Los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo no se atreven a salir de Nicaragua si su destino no es Venezuela o Cuba. Ni siquiera a Honduras que es vecino de Nicaragua al norte del país. La mejor muestra es que no asistirán personalmente a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se realiza en Honduras este 8 y 9 de abril.

El tándem siniestro designó al canciller a su servicio Valdrack Jaentschke, a Orlando Tardencilla y a la vicepresidenta de la Asamblea sandinista, Arlen Alonso, para asistir al evento.

Murillo dijo que la delegación nicaragüense participará desde el martes en la reunión de cancilleres, y el miércoles representará en la cumbre de jefe de Estados.

«Estamos también participando, nuestro Canciller, nuestro Ministro Orlando Tardencilla, la Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Doctora Arlen Alonso participando en la Cumbre de la Celac», dijo Murillo.

Los organizadores de la cumbre informaron que los entre los jefes de estaado y dictadores que asistirán están: de Belice, Juan Antonio Briceño; Luis Alberto Arce (Bolivia); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil); Miguel Díaz-Canel (Cuba); Bernardo Arévalo (Guatemala); Mark Anthony Phillips (Guyana); Leslie Voltaire (Haití); Claudia Sheinbaum (México); Ralph Gonsalves (San Vicente y las Granadinas); y Yamandú Orsi (Uruguay).

Durante la cumbre de jefe de Estado, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, traspasará la presidencia pro tempore de la Celac a su homólogo colombiano, Gustavo Pétro.

Los grandes ausentes de la cumbre son Nicolás Maduro y los dictadores Ortega y Murillo. Los dos regímenes han sido cuestionados por los gobernantes latinoamericanos por las sistemáticas violaciones de los derechos humanos en Nicaragua.

Piden a Celac volver la democracia y los derechos humanos

La Unidad Nacional Azul y Blanco, UNAB,  exigió el martes a losparticipantes de la cumbre de la Celac, actuar por la democracia y la defensa de los derechos humanos en Nicaragua. La UNAB advirtió que «la situación actual en Nicaragua es crítica» y que «la represión se ha intensificado, afectando no solo a líderes políticos y activistas, sino también a ciudadanos comunes que se atreven a alzar su voz en defensa de sus derechos».

«Es fundamental que la comunidad internacional, y en particular los miembros de la Celac, tomen conciencia de esta realidad y actúen en consecuencia», dice la carta enviada por la UNAB.

«Hacemos un llamado a todos ustedes para que se comprometan a defender los derechos humanos y la restitución de la democracia en Nicaragua, y para que se unan a nosotros en la búsqueda de soluciones que garanticen la protección de los derechos de todos los nicaragüenses», finalizó.

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