El expresidente de Panamá Ricardo Martinelli, abandonará éste fin de semana su país hacia Nicaragua, donde la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, le han garntizado por medio de un asilo político impunidad ante la condena por lavado de dinero que le tendría en prisión por al menos 10 años.
Martinelli saldrá de la embajada de la dictadura en Panamá en donde se refugió desde el 07 de febrero del 2024 custodiado por el gobierno de su país hacia el aeropuerto para luego viajar hasta Managua, haciendo uso del salvoconducto otorgado por el presidente José Raúl Mulino «por asuntos humanitarios».
«Desde que él salga de la puerta de la embajada queda en completa responsabilidad del gobierno panameño», dijo su vocero Luis Eduardo Camacho.
«El salvoconducto es concedido a partir de hoy, 27 de marzo de 2025 y tiene un plazo de vigencia improrrogable que termina a la medianoche del 31 de marzo 2025. Para la ejecución del traslado, amparado bajo el salvoconducto, se contará con los buenos oficios del Ministerio de Relaciones Exteriores», afirmó en una declaración leída el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha.
«Para tratarse su salud», dice gobierno de Mulino
Martinelli, de 73 años, se refugió en la Embajada de Nicaragua en Panamá después de que fuera ratificada la sentencia a más de 10 años de prisión y la multa de 19,2 millones de dólares que se impuso al ser hallado culpable del delito de blanqueo de capitales por el caso conocido como ‘New Business’, la compra de un conglomerado de medios con dinero público.
El expresidente pidió asilo a Nicaragua «en razón de que su vida corre peligro» y de que «es perseguido político», dijo el 7 de febrero de 2024 su portavoz, Luis Eduardo Camacho, al informar que había ingresado a la delegación diplomática.
Martínez-Acha señaló que tras asilarse en la Embajada de Nicaragua, Martinelli ha interpuesto una serie de demandas contra el fallo, que «los tiempos de la justicia no siempre coinciden con los tiempos que exige la salud» y que por eso «el Ministerio de Relaciones Exteriores ha decidido reconocer el asilo otorgado» por el Gobierno nicaragüense.
Y como resultado de ello, añade Martínez-Acha, el Ministerio de Exteriores panameño «concede el salvoconducto solicitado por dicho Gobierno para que el señor Martinelli Berrocal pueda trasladarse prontamente a la República de Nicaragua».