La dictadura sandinista no se presentó el miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y paralizó el análisis de 279 recomendaciones realizadas por 88 países a la dictadura en el marco del Examen Periódico Universal, EPU.
El régimen anunció su retiró del organismo, el pasado 27 de febrero, pero juristas indican que aún está obligado ante el organismo que es parte de la ONU. Este miércoles, 26 de marzo estaba programado el análisis del EPU, del cuarto ciclo sobre Nicaragua.
El Estado debía presentar un informe en el que indicara cuáles de las 279 recomendaciones recibidas en noviembre aceptaba o rechazaba, de acuerdo a declaraciones que brindó Salvador Marenco del Colectivo Nicaragua Nunca Más, al medio 100%Noticias.
“La situación en Nicaragua es grave. Se han cometido crímenes de lesa humanidad, como la deportación y el traslado forzado. El país ha perdido su institucionalidad, su orden democrático y su Constitución. Con esta decisión, el régimen demuestra su temor a la comunidad internacional y su falta de voluntad para resolver la crisis de impunidad y represión que vive el pueblo nicaragüense”, dijo Marenco.
Además, Marenco enfatizó que esta actitud no solo refleja cobardía del régimen, sino que también confirma el reconocimiento implícito de su culpabilidad.
Explicó que el EPU, es un proceso voluntario en el que participan los 193 Estados miembros de la ONU, y Nicaragua se convierte en el tercer país en negarse a formar parte, siguiendo los pasos de Myanmar, cuyo examen quedó suspendido tras su negativa.
¿Qué decidió el Consejo?
El presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reafirmó la postura del organismo al respecto: “El Consejo está de acuerdo en hacer un llamado a Nicaragua para que reanude su cooperación con el Mecanismo del EPU o, en su defecto, que el Consejo de Derechos Humanos adopte todas las medidas adecuadas dentro de su mandato para exhortar a Nicaragua a retomar su participación».
«También se ha solicitado al presidente del Consejo que informe sobre el resultado de sus gestiones en la sesión 59, y si procede, en la sesión 60, además de dejar abierta la posibilidad de reprogramar el análisis del informe final del EPU si Nicaragua reanuda su cooperación”, concluyó.