La dictadura sandinista anunció el retiro de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por considerar ambas no cumplen con la misión para la que fueron creados.
La criminal vocera de la dictadura, Rosario Murillo, furiosa indicó en su letanía del mediodía del viernes, ordenaron a los representantes de OIM y OIT el cierre inmediato y salida del país.
La decisión la hicieron saber través de cartas dirigida al director general de la OIT, Guy Ryder, y la directora general de la OIM, Amy Pope, respectivamente, que fueron suscritas por el canciller del país, Valdrack Jaentschke.
El régimen sandinista anunció su retirada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras conocer un informe del Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua, que pidió condicionar el acceso preferencial de Nicaragua al mercado de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) a parámetros de derechos humanos, e instó a demandar al país ante la Corte Internacional de Justicia por privar de la nacionalidad a nicaragüenses.
El pasado 4 de febrero, Nicaragua también anunció su salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) y ordenó además el cierre «a lo inmediato» de su representación y de sus oficinas en Managua, luego de que ese organismo incluyera al país como una de las naciones con mayor hambre en el mundo.
Son «dignos,», dice ella
«Continuamos rechazando todas las falsedades, las falsificaciones, las calumnias, las mentiras de organismos que deberían servir al bien de todos y que se suman al coro de las potencias, de los imperialistas de la Tierra», señaló Murillo, al aununciar iracunda las decisiones.
«Continuamos rechazando todas sus falsificaciones, falsedades, calumnias, todas esas maneras de pretender denigrar a nuestro Gobierno», agregó.
El Gobierno reitera, continuó Murillo, «nuestra posición irrevocable, firme, de repudio de todos los insultos, ofensas, falsedades, agresiones, el doble rasero de la política colonialista que rigen las acciones de organismos que deberían de servir al bien de todos».
En la carta dirigida al director general de la OIT, Nicaragua explicó que se retira debido a «los recurrentes e indebidos procesos que ponen en evidencia la desnaturalización de la OIT, al actuar de manera politizada prestándose a maniobras de desestabilización e injerencismo conociendo temas propios de la jurisdicción interna de los Estados».
«Las decisiones que ha venido tomando el Consejo de Administración de la OIT son parcializadas, carecen de objetividad, se basan en información sesgada y en informes de organismos que se han prestado y se prestan a las maniobras de quienes atentan, han atentado y continúan atentado contra la paz, la tranquilidad de los nicaragüenses», sostuvo.
En el caso de la OIM, Murillo dijo que su retirada es «porque rechazamos toda la información falsa, mal intencionada e irresponsable que publica ese organismo que debería servir al bien de todos».
«Para el Gobierno de Nicaragua esta organización carece de visión y de acciones para el abordaje serio de las causas estructurales de la migración, utilizando un doble rasero en el tratamiento de los Estados, en detrimento del principio de igualdad soberana, lo cual Nicaragua no acepta y rechaza rotundamente», indicó Murillo.