El Papa Francisco hizo referencia el jueves a la situación en Nicaragua, donde, subrayó, «la Santa Sede, que está siempre dispuesta a un diálogo respetuoso y constructivo». El Sumo Pontífice habló de la crisis que vive la iglesia en Nicaragua ante los 184 embajadores de los países con los que el Vaticano mantiene relaciones diplomáticas.
En este sentido, el Papa Francisco ha mostrado su preocupación “por las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia» por parte del régimen de Daniel Ortega, que ha tenido como consecuencia los arrestos y expulsiones del país sacerdotes y obispos, así como interrumpido las relaciones diplomáticas.
Francisco ha instado a los embajadores a que “a todos sean garantizados adecuadamente la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales».
«Efectivamente, no hay verdadera paz si no viene garantizada también la libertad religiosa, que implica el respeto a la conciencia de los individuos y a la posibilidad de manifestar públicamente la propia fe y pertenencia a una comunidad», agregó.
También pidió por Venezuela
Francisco también pidió este jueves el respeto de los derechos de todos los venezolanos, incluidos los arrestados en los últimos meses, y deseó el inicio de negociaciones para «el bien común del país».
Y aseguró que «esta podrá ser superada sólo con la adhesión sincera a los valores de la verdad, de la justicia y de la libertad, a través del respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de cada persona, incluidos los de quienes han sido arrestados a causa de los sucesos de los últimos meses».
Abogó además por superar la situación «al rechazo de cualquier tipo de violencia» y deseó «el comienzo de negociaciones de buena fe y finalizadas al bien común del país».