El obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, encomendó el sábado a sus connacionales orar mucho este año 2025, pidiéndole a Dios el “milagro” de ver a Nicaragua liberada, próspera y en paz.

“Les recomiendo: no olvidemos a nuestro país, no olvidemos a nuestro pueblo, sobre todo en la oración. Los momentos que vivimos son de gran incertidumbre, de mucha oscuridad”, dijo al concluir la Misa que presidió en la St. Vincent de Paul en Los Ángeles.

Báez quien se encuentra exiliado en Estados Unidos desde hace algunos años, animó a los nicaragüenses a no dejar de ver el presente y el futuro con esperanza, a pesar de la situación terrible de destrucción de libertades y derechos humanos de la dictadura sandinista en Nicaragua.

«Pareciera que han cerrado todos los caminos, pero no es así»

“Pareciera que se han cerrado todos los caminos de esperanza para un futuro mejor para nuestra patria, pero no es así. La historia está en manos del Señor y Él va a permitir que Nicaragua pueda resucitar a una vida nueva”, señaló el obispo en la Eucaristía concelebrada por el P. Edwing Román, sacerdote nicaragüense también en el exilio.

“No perdamos la esperanza, no perdamos la confianza y oremos mucho este año para que el Señor nos conceda el milagro que todos los nicaragüenses anhelamos en el corazón: ver a nuestra patria liberada, próspera, llena de justicia, llena de paz, llena de alegría y de fraternidad”, exhortó Mons. Báez.

“Que el Señor bendiga a nuestra querida Nicaragua y que pronto veamos un cambio en libertad, en paz y en justicia”, concluyó Báez.

Las palabras de monseñor Báez se dan en el marco de la gravísima situación que enfrenta la Iglesia Católica en Nicaragua, perseguida desde hace años por el dictador sangriento Daniel Ortega y su esposa la maléfica Rosario Murillo.

La dictadura sandinista ha perpetrado un sinfín de ataques contra la Iglesia Católica como por ejemplo la expulsión de religiosas, la confiscación de bienes, el cierre de la universidad católica más importante del país y Radio María Nicaragua, y la expulsión de decenas de presbíteros del país, incluidos cuatro obispos.

La última entrega del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, de la investigadora exiliada Martha Patricia Molina, dio cuenta el 29 de diciembre de casi mil ataques perpetrados desde 2018 por órdenes del tándem siniestro en contra la Iglesia Católica en Nicaragua.

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