«La dictadura no es solo un concepto abstracto, es una realidad que destroza familias y vidas», fue la primera frase de Angélica Garrido ex prisionera política cubana en el conversatorio «Prisión política, Cuba, Venezuela y Nicaragua», organizado por la Unión de Presos y Presas Políticas de Nicaragua (UPPN), familiares de presos políticos y defensores de derechos humanos de esas naciones.
Garrido, quien fue víctima de detención arbitraria y violaciones a derechos humanos en Cuba, es también familiar de una presa política actual, quién compartió datos estremecedores sobre la realidad de la represión política del régimen dictatorial.
En Nicaragua, según los datos presentados por el excarcelado político y desnacionalizado Jasson Salazar, más de 40 presos políticos continúan encarcelados desde las protestas de 2018, enfrentando condiciones carcelarias que violan sistemáticamente sus derechos humanos. Denuncian secuestro de joven excarcelado político Pedro Estrada
«Cada preso es un símbolo de resistencia», enfatizó además, Javier Larrondo, defensor cubano, refiriéndose a los líderes estudiantiles, periodistas y opositores políticos que permanecen tras las rejas en su país.
Venezuela no se queda atrás. El informe presentado por el defensor de derechos humanos Carlos Briceño, reveló que más de 2,000 presos políticos sobreviven en un sistema penitenciario caracterizado por la tortura y el aislamiento. Muchos de estos prisioneros son líderes opositores, periodistas y activistas que se han atrevido a criticar al régimen de Nicolás Maduro.
Cuba, otra nación marcada por la represión política, cuenta con alrededor de 1,200 presos políticos, según las estadísticas presentadas. Los datos más impactantes provienen de las detenciones masivas posteriores a las protestas del 11 de julio de 2021, donde cientos de manifestantes fueron encarcelados por exigir libertad y democracia.
En el caso de Daniel Ortega en Nicaragua, se subrayó que la represión ha sido particularmente severa. Felix Maradiaga expresó: «No son solo números, son historias de vida truncadas», manifestó, describiendo cómo familias enteras han sido afectadas por la persecución política.
Actualmente la dictadura sandinista tiene 45 secuestrados políticos, de los cuales 25 son trabajadores del Estado o simpatizantes del Frente Sandinista, según el último informe del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas. Del total de secuestrados 39 son hombres y seis son mujeres.
«Nuestra lucha no es solo por liberar presos, es por recuperar la dignidad de pueblos enteros», dijo Yaritzha Mairena de la UPPN antes de concluir el conversatorio.
¿Qué propusieron?
Las propuestas expresadas por los expositores para lograr la liberación de estos presos políticos son multifacéticas, el conversatorio planteó estrategias que incluyen:
1. Presión internacional sistemática mediante organizaciones de derechos humanos.
2. Campañas de visibilización, como la campaña Estapasandodenuevo.com que expongan las condiciones de los presos políticos.
3. Solicitud de intervención de organismos internacionales como la ONU y la OEA.
4. Apoyo legal continuo para cada caso individual.
5. Documentación exhaustiva de las violaciones de derechos humanos.