Dictador ortega
El dictador Daniel Ortega saluda a su canciller más servil, el indeseable Denis Moncada, su nueva ficha al SICA.

La organización opositora Concertación Democrática Nicaragüense Monteverde (CDN) agradeció este lunes a los ministros de Relaciones Exteriores del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) por rechazar la propuesta del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para ocupar la Secretaría General de este foro.

El revés diplomático marca otro episodio en la creciente presión regional contra la dictadura sandinista, que ha enfrentado múltiples derrotas en su intento por controlar espacios internacionales este año.

La CDN advirtió que la nueva Constitución impuesta por el régimen Ortega-Murillo representa un punto de quiebre en Nicaragua y la región.

Según la organización, esta reforma eliminó la separación de poderes, desmanteló contrapesos democráticos y anuló garantías fundamentales.

Además, consolidó un aparato represivo al servicio del partido y abrió el camino para la sucesión dinástica, poniendo en grave riesgo los principios de seguridad democrática y pluralismo político que rigen el SICA, observa CDN.

“El régimen se ha autoexcluido del SICA al repudiar los valores democráticos que son esenciales para los Estados miembros. Su modelo autoritario no solo amenaza a Nicaragua, sino que sienta un peligroso precedente para toda la región”, señaló la CDN en su carta enviada a los cancilleres centroamericanos.

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moncada sica
Con una barbita de convaleciente, notoriamente envejecido, re apareció la nueva ficha de Ortega al SICA, Denis Moncada. Su candidatura fue rechazada por 4 países centroamericanos.

Derrotas diplomáticas del régimen sandinista en el SICA

Este rechazo a una nueva terna de fichas del régimen es el más reciente en una serie de derrotas internacionales sufridas por la dictadura nicaragüense en 2024.

Ortega y Murillo habían apostado por controlar la Secretaría General del SICA como una estrategia para legitimar su régimen en el ámbito internacional y fortalecer su influencia en la región.

Sin embargo, las resistencias de países miembros han evidenciado el aislamiento creciente del régimen.

En meses recientes, los representantes de Nicaragua han sido cuestionados por sus posturas autoritarias y su incapacidad para promover la integración regional.

La falta de consenso sobre la candidatura sandinista paraliza temporalmente al organismo, un hecho que los críticos atribuyen a la intransigencia del régimen en imponer figuras afines a su agenda política.

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Llamado a defender la democracia regional

La CDN instó a los países miembros del SICA a mantenerse firmes en la defensa de los principios democráticos que rigen al organismo.

“Es crucial evitar que la región retroceda hacia la consolidación de dictaduras autoritarias, como la que vive Nicaragua bajo el régimen Ortega-Murillo. Centroamérica debe velar por que la persona que ocupe la Secretaría General sea un defensor del integracionismo y los valores democráticos”, subrayó la organización.

El rechazo a la propuesta de Ortega y Murillo refleja la creciente conciencia regional sobre los peligros que representa su dictadura para la estabilidad y el desarrollo de Centroamérica.

En un contexto marcado por la represión interna, la migración forzada y las denuncias internacionales por violaciones a derechos humanos, Nicaragua sigue siendo un foco de preocupación para los países vecinos.

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Más allá del SICA: un régimen aislado en su deriva autoritaria

Desde 2018, el régimen de Ortega y Murillo ha desmantelado las instituciones democráticas en Nicaragua, reprimiendo violentamente las protestas, encarcelando a opositores, expulsando a sacerdotes y anulando cualquier forma de disidencia.

La reciente aprobación de su nueva Constitución consolida un modelo de gobierno basado en el control absoluto, la perpetuación en el poder y la eliminación de derechos fundamentales.

El rechazo en el SICA no solo limita las aspiraciones internacionales del régimen, sino que también expone su creciente aislamiento en el escenario regional.

Frente a esta realidad, los países miembros del organismo se enfrentan al desafío de proteger la democracia y evitar que la dictadura sandinista contamine los avances logrados en la integración centroamericana.

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