¿Cuento chino o cortina de humo? En sus cada vez más evidentes planes de empeñar Nicaragua a China, el dictador Daniel Ortega anunció un nuevo proyecto de Canal Interoceánico.
Luego de su monumental derrota al aventurarse a venderle el país y un proyecto de canal al empresario chino Wang Jing, Ortega luce decidido a engatuzar a China con su nuevo-viejo plan de un vía interoceánica que aotornille en el poder por siempre a su familia dinástica.
La nueva aventura del viejo dictador es, esta vez, una ruta mucho más extensa y ambiciosa que su fallido intento de 2013.
Quiere engatuzar a los chinos con el viejo cuento del canal
El disparate lo lanzó durante la XVII Cumbre Empresarial China – América Latina y el Caribe, celebrada en Managua este lunes 18 de noviembre; ahí el vetusto tirano desplegó un mapa que detalla el recorrido “del canal”.
Según él, esta vez evitará el lago Cocibolca para pasar «solo» por el lago Xolotlán y por un nuevo lago artificial en el Caribe Sur bautizado “El Escondido”.
La ruta, que según Ortega alcanzará unos 445 kilómetros, partirá de Bluefields, en el Caribe Sur de Nicaragua, y avanzará por tierra, «rompiendo, rompiendo, rompiendo», hacia el centro del país. Luego desemboca en el Océano Pacífico justo en el Puerto Corinto.
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Cuando le vendió la patria a Wang Jing
El tirano no escatimó en promesas, asegurando que el canal será lo suficientemente ancho y profundo para que «entren los barcos más grandes con cargas enormes».
Este anuncio llega justo el mismo día en que la Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró responsable al régimen de Ortega por las violaciones cometidas contra las comunidades indígenas en el marco de la concesión canalera que el dictador otorgó en 2013 al hoy desaparecido empresario chino Wang Jing.
Esa concesión, aprobada en tiempo récord por la Asamblea del dictador, la anularon en mayo de este año, pero los efectos de las violaciones ambientales y territoriales aún persiguen al régimen, según la Corte IDH.
Si el primer canal fue vendido como un megaproyecto faraónico que anularía al Canal de Panamá, este nuevo supera cualquier expectativa.
Nuevo cuento es más largo que el otro
El “nuevo canal”, según el mapa presentado, incluirá esclusas en ambas costas y tendrá un ancho que variará entre 290 y 540 metros, con una profundidad de 27 metros.
El tramo más largo del recorrido abarcará unos 252 kilómetros por tierra.
En un gesto para convencer a los incautos, Ortega invitó no solo a los empresarios chinos, sino también insinuó que habría interés por parte de empresarios estadounidenses para financiar el proyecto.
La estrategia parece ser un esfuerzo por reavivar el interés internacional en un país que, tras más de una década de autoritarismo, enfrenta aislamiento diplomático y sanciones económicas.
El fracaso del primer canal dejó en evidencia la falta de planificación y el alto costo social y ambiental de un proyecto que nunca pasó del papel.
Ahora, con una economía debilitada y crecientes denuncias internacionales, este segundo intento canaleroluce más como un intento de desviar la atención de las críticas al régimen, a menos que China se arriesgue a creerle a Ortega.