Rosario Murillo
La co-dictadora Rosario Murillo, cada día que pasa se torna más mal encarada, frustrada y maligna, tal y como lo refleja su descompuesto rostro septuagenario.

La criminal vocera de la dictadura sandinista Rosario Murillo, mostró una vez más su amargura y frustración en contra de centenares de nicaragüenses a los que han desterrado o que les han prohibido su retorno al país de facto, porque evidentemente no la dejan dormir en paz.

Murillo señalada de cometer crímenes de lesa humanidad, ocupó gran parte de su soliloquio del mediodía del miércoles, para intentar burlarse de esos nicaragüenses, pero en el fondo de su alocuión se notaba su enfado porque aún estando fuera del país, siguen haciendo una resistencia cuyo resultado es que el tema de la crisis en Nicaragua, producto de la represión y violación a los derechos humanos; y libertades, no desaparece el foco en la comunidad internacional.Tres informes de CIDH en una semana develan crímenes del clan Ortega-Murillo

Durante su oscura y aburrida letanía, Murillo lanzó nuevamente una serie de calificativos hacia quienes el régimen ha condenado al exilio, diciendo: “Sabemos que nos toca defender la paz frente a todos los traidores y cobardes».

Alucina y comparte lo que dice ver

«Gracias a Dios están en otro mundo, que no es el mundo mejor, no es el mundo sublime, es el mundo de la iniquidad, el mundo enfermo, decrépito, que no tiene inspiración ni esperanza”, agregó la escuálida bajo los efectos de alguna sustancia que la hace alucinar .

«Son apátridas porque traicionaron a su patria… juegan a vivir donde ya no viven y a ser lo que ya no pueden ser, porque no aman a Nicaragua, han demostrado odiar a Nicaragua y al pueblo nicaragüense», continuó la maléfica consorte del tirano Daniel Ortega.

Murillo aseguró que los opositores son zombies, «lúgubres zombies, perpetradores de crímenes de lesa humanidad», asegurando que ellos “no quieren ver esta Nicaragua brillante y luminosa”.

“El mundo enfermo, decrépito, no tiene inspiración, no tiene esperanza, no tiene asidero, no tiene certeza porque ahí están, ¿quiénes están, quiénes los habitan? Los burdos chingastes de lo que nunca fue la miseria humana, los perpetradores de verdaderos crímenes de lesa humanidad, de traición a su patria”, vomitó Murillo.

«No quieren ver a esta Nicaragua brillante e iluminada, por supuesto, ya no es suya, no les pertenece, no recoge su estercolero, porque aquí no hay estiércol, aquí hay sublime y sacrosantas realidades”, dijo la dueña del retrete sandinista.

Según la vicedictadora, mientras estos “traidores” habitan en un “mundo de condenables”, quienes apoyan al régimen viven en un “mundo heroico de paz y seguridad”. Unión Europea amplía sanciones contra dictadura criminal Ortega-Murillo

Las encuestas que usa de «consolador»

Notablemente amargada y para animarse sola, la Murillo presentó los resultados de un sondeo de opinión que mandó a hacer a un mercachifle de las estadísticas, y que según ella, muestran la aprobación del modelo de gestión del régimen criminal que encabeza con Ortega.

Según estas cifras disparatadas, el 94.3 % de los nicaragüenses percibe estabilidad económica y social en el país. Además, afirmó que «un 95 % dice que vivimos en libertad y democracia» y que «un 92 % piensa que disfrutamos de derechos fundamentales».

Según Murillo, el sondeo, que no detalló quién lo ejecutó ni quienes fueron consultados,  refleja que el 83% de la población está conforme con el rumbo que lleva el país y un 85.1 % respalda los supuestos esfuerzos por «la unidad y la reconciliación nacional».

Murillo, además, continuó burlándose de la comunidad internacional, acusando a los exiliados de no entender la realidad del país.

«Eso no lo conocen, lo desconocen, es que no son de aquí, son de allá, de parajes infernales», afirmó en tono despectivo. Estas afirmaciones siguen la línea de un informe previo enviado a la ONU, en el marco del Examen Periódico Universal, donde el régimen presentó un informe tergiversado de la realidad que vive Nicaragua.

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