Siete ex prisioneros políticos nicaragüenses, desterrados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, partirán de Guatemala hacia Costa Rica este 7 de octubre tras solicitar asilo en ese país.
Este traslado forma parte de un esfuerzo coordinado entre el gobierno guatemalteco y organismos internacionales para asistir a los desterrados.
La represión política en Nicaragua ha dejado a miles de personas detenidas o forzadas al exilio desde 2018.
Estos nicaragüenses son parte de un grupo más grande de 135 ciudadanos a quienes el régimen despojó de su nacionalidad.
El traslado de los desterrados nicaragüenses
El grupo de exiliados, compuesto por seis hombres y una mujer, viajará desde el Aeropuerto Internacional La Aurora en Guatemala hacia el Aeropuerto Juan Santamaría en San José, Costa Rica.
Además, se informó que otros dos nicaragüenses de ese grupo están gestionando asilo en Argentina.
La situación resalta el creciente número de nicaragüenses que buscan refugio en países latinoamericanos tras su destierro.
Esta expulsión masiva se enmarca en el contexto de represión política que Nicaragua enfrenta desde abril de 2018, cuando el régimen de Ortega lanzó una violenta ofensiva contra manifestantes que exigían reformas democráticas.
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Contexto de la represión en Nicaragua
Desde el inicio de la crisis en Nicaragua, la represión del régimen de Ortega-Murillo ha resultado en cientos de muertos, miles de detenciones arbitrarias y la expulsión de más de 850,000 personas que han buscado refugio en países como Costa Rica, Estados Unidos y España.
La dictadura sandinista despojó de la nacionalidad a 135 personas en septiembre de 2024, una medida que condenó la comunidad internacional y catalogó como ilegal.
España ha ofrecido la nacionalidad a estos ex prisioneros políticos, mientras que Estados Unidos ha puesto en marcha programas de parole humanitario y movilidad segura que les permiten emigrar de manera legal.
Sin embargo, muchos optan por Costa Rica debido a su proximidad geográfica y su histórico apoyo a los refugiados.
Costa Rica: refugio para los nicaragüenses desterrados y exiliados
Costa Rica es uno de los principales destinos para los nicaragüenses que huyen del régimen de Ortega-Murillo.
Actualmente, el país alberga a más de 250,000 refugiados nicaragüenses, lo que ha incrementado la presión sobre su sistema migratorio y humanitario.
El gobierno costarricense ha implementado políticas de apoyo a los solicitantes de asilo, aunque el flujo continuo de refugiados presenta desafíos.
A pesar de las dificultades, Costa Rica sigue siendo un faro de esperanza para quienes buscan escapar de la represión en Nicaragua.
El impacto de esta crisis en Costa Rica no solo se refleja en las políticas migratorias, sino también en la creciente necesidad de recursos humanitarios para atender a los refugiados que llegan diariamente.
Implicaciones internacionales de la crisis migratoria
La crisis migratoria generada por la represión en Nicaragua tiene importantes implicaciones a nivel regional e internacional.
Organismos de derechos humanos han advertido que el despojo de la nacionalidad y el exilio forzado constituyen violaciones graves de derechos humanos y podrían considerarse crímenes de lesa humanidad.
El constante flujo de refugiados no solo afecta a los países receptores como Costa Rica y Estados Unidos, sino que también pone en evidencia la falta de acción del régimen de Ortega para resolver la crisis sociopolítica que asola a Nicaragua desde 2018.