El padre Marcos Somarriba, párroco de la Iglesia Santa Agatha, aseguró el domingo que los que se vuelven «adictos» al poder y que se autoproclaman «importantes», siempre terminan acabados por los que alguna vez les sirvieron y que se hastían de ser atropellados en su dignidad.

«Existen muchos hoy que se han hecho importantes a base de trampas, engaños, mentiras, falsas promesas y se creen los importantes, ya que sin ellos todo colapsaría lo colapsado ya. El ego arrogante que se desarrolla en la mente y la vida de estos, solo acaba haciendo daño, causando dolor, sufrimiento, desesperación, su supuesta importancia lleva a la decadencia de los suyos, de la sociedad y de un pueblo que es amado por Dios», dijo Somarriba.

Añadió que quienes se enfocan en creerse poderosos e importante, «llegan a una adicción difícil de liberarse, se dicen que son eternos, pero como la historia nos recuerda, todo el que se engrandece será rebajado, todo el que se ha creído eterno ha caducado y en la mayoría de las veces, han sido desaparecidos por los suyos propios, a manos de aquellos que un día compraron y están en camino de ser traicionados».

El padre Marcos explicó que «estos energúmenos importantes» llegan a emprender un camino que está definido en el libro de la Sabiduría: “se vuelven malvados, su voz solo la escuchan ellos”.

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«No hará quien les levante de sus sepulcros podridos»

En el evangelio del domingo se señala que: “los malvados dijeron entre sí” con el objetivo de hacer caer a Jesús.

«Actúan siempre como tramposos y piensan se oponen a lo que hacemos y nos echan en cara nuestras violaciones a la ley y nos reprenden nuestras faltas, por eso vamos a ponerles una trampa para que caigan y desaparezcan, vamos a eliminarlos del camino, vamos a hacerles desaparecer, que nadie sepa dónde quedaron».

«Mas estos energúmenos importantes no acaban de caer en la cuenta que la sangre que han derramado es semilla sembrada de donde surgirá la vida, la vida de un pueblo que no muere, que no se puede eliminar, de una nación consagrada, pueblo de la propiedad de Dios», afirmó el sacerdote.

«Los asesinados a manos de los malvados se han convertido en abono para una familia, para un pueblo que resucitara como el Hijo del Hombre que no lo retuvo la tumba ni la muerte. La noche oscura de un pueblo desaparecerá con el amanecer del Sol de Justicia, Jesús», añadió Somarriba.

De igual manera dijo que los que luchan por la justicia, por la paz, por la transformación de la gente, de sus familias y de sus pueblos, recibirán la ayuda de Dios.

«Conocerán su propia muerte ignominiosa…», profetiza Somarriba

«Los hijos/hijas de Dios, serán liberados de las manos de sus enemigos, serán levantados de la humillación y de la tortura, así los energúmenos encumbrados en su importancia conocerán su temple y su valor. Conocerán su propia muerte ignominiosa porque no habrá quien mire por ellos ni quien les levante de sus sepulcros podridos», advirtió.

El párroco de Santa Agatha, explicó que la «importancia de los necios y energúmenos» nace donde hay envidias y rivalidades, donde hay desorden y toda clase de obras malas.

«Estamos viendo vivos ejemplos en nuestros entornos y nuestros pueblos de los auto proclamados importantes, su impuesta importancia de ser los primeros siempre, le está causando mucho daño a un pueblo noble, de luchas y de honor, un pueblo que se formó con un pedazo de cielo, de un suelo lindo, de maravilloso talismán, de leyenda de plata, pueblo bendito, hijo de Maria Santísima, pueblo hermoso y valiente, así son nuestros pueblos, los pueblos de Dios», dijo.

Y para reforzar sus palabras citó las palabras del Apóstol Santiago: «¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar y entonces combaten y hacen la guerra».

Somarriba: «Le rezan al diablo que cumpla con sus pactos»

«Estos auto proclamados importantes -explicó Somarriba- se atreven y tienen la osadía de pedir a Dios que los bendiga, que les otorgue toda clase de bienes y a la misma vez, le rezan al diablo por medio de sus pactos diabólicos que le proteja de la envidia de los ‘Justos que demandan de ellos dar cuentas de sus delitos y abusos’.

«Estos diabólicos pactistas, departe de Dios no reciben nada, porque piden mal, y lo que se les ocurre pedir a Dios es solamente para derrocharlo en placeres porque ellos son los importantes, auto proclamados, a base de mañas, engaños y mentiras, pero importantes a fin de cuentas, en sus mentes», dijo el prelado. 

Somarriba concluyó recordando que Jesús enseñó que el compromiso con la justicia y la rectitud a menudo exige valentía ante la adversidad y que los textos sirven para tener en cuenta que, aunque los poderes opresivos intenten destruir las voces justas, la búsqueda de la verdad y el bien común son fuerzas poderosas que pueden instigar el cambio y, finalmente, superar la injusticia.

«La perseverancia y la fortaleza moral de los justos pueden inspirar esperanza y acción en tiempos de oscuridad, llamando a un esfuerzo colectivo por construir sociedades más justas y equitativas», terminó Somarriba.

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