Jennifer Ortiz es una periodista nicaragüense que hace seis años fundó una plataforma informativa a la que bautizó como “Nicaragua Investiga” y que se dedica a publicar noticias diarias y reportajes de profundidad, con un pequeño equipo de periodismo.
En su mejor momento, Nicaragua Investiga llegó a tener 14 comunicadores, pero la falta de recursos ha reducido el equipo a tres personas y Ortiz afirma que se vio obligada a vender su vehículo personal para pagar la planilla.
Esta semana ha hecho sonar la alarma: inició una “huelga informativa” para llamar la atención sobre la crisis del periodismo nicaragüense.
“Decidimos tomar una medida drástica, porque drástica son las situaciones complejas que está viviendo el periodismo nicaragüense”, explica Ortiz.
“Decidimos hacer una huelga informativa como una manera de hacer que la gente vuelva la mirada hacia lo que está viviendo el periodismo y que se empiece a crear un debate público sobre el rol tan fundamental que tiene el periodismo para la continuidad de la democracia en Nicaragua”.
Periodismo independiente casi en ruinas
Los datos son escalofriantes. Al menos 56 medios de comunicación fueron cerrados o confiscados por el régimen nicaragüense, detalla el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
Tras el cierre de los medios, se produjo un éxodo masivo de periodistas. Según un informe de la organización de derechos humanos Colectivo Nunca Mas, con sede en Costa Rica, desde abril del 2018 hasta junio pasado, al menos 253 periodistas nicaragüenses han salido de su país por razones de seguridad o por que fueron enviados al destierro por el gobierno de Daniel Ortega.
De junio para acá se ha conocido de al menos una decena más de periodistas que se han visto obligados a salir del país por la persecución del régimen.
En ocho de los 15 departamentos de Nicaragua ya “no existe práctica periodística independiente”, señala por su parte la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).
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Cárcel, confiscaciones y persecución al periodismo
Víctor Ticay guarda prisión por ser periodista. Fue capturado por la Policía el 6 abril de 2023, luego de informar sobre una procesión religiosa durante la Semana Santa, y posteriormente condenado a ocho años de cárcel por “traición a la patria” y “difusión de noticias falsas”.
Otra periodista, Fabiola Tercero, se encuentra desde hace un mes en calidad de “desparecida” después que policías llegaran por ella a su vivienda.
Muchos de los medios cerrados en Nicaragua se reconvirtieron en el exilio, tal es el caso del diario La Prensa, las plataformas televisivas 100 por Ciento Noticias y Esta Semana, el semanario Confidencial, y las plataformas digitales Nicaragua Investiga y Artículo 66, entre otros.
El PCIN calcula que unas 24 plataformas digitales surgieron en 2018 con la crisis, la mayoría en el exilio para protegerse de la persecución del gobierno de Ortega.
Informando desde las penurias del exilio
Una vez en el exilio, plataformas y periodistas luchan por sobrevivir. Tal es el caso de “Rodrigo”, un periodista nicaragüense con mucha experiencia y reconocimientos, que hace unos seis de meses cruzó de manera furtiva la frontera para llegar hasta Costa Rica y ponerse a salvo de la persecución.
Una vez en Costa Rica, alquiló un cuarto y trajo a su familia, esposa e hijo. Pronto descubrió que no podía sobrevivir siendo el periodista que era.
El costo de la vida es mucho más alto en Costa Rica que en Nicaragua, y los ingresos que podía tener escribiendo para algunas plataformas le resultaban insuficientes para mantenerse.
Tanto Rodrigo como su esposa, se han desgastado enviando hojas de vida y asistiendo a entrevistas de posibles trabajos de todo tipo.
“Nada. Estoy gastando un dinero que me hace falta para moverme y buscar trabajo sin que consiga nada. Lo único que me ofrecieron fue en un turno nocturno para limpiar un local donde destazan y procesan pollos, pero ya no estoy en edad para aguatar ese trajín”, dice acongojado.
Su esperanza es que una plataforma de taxis lo acepte como conductor con un carro que le alquilará un conocido.
Dilema del periodismo: comer o informar
“Cuando un periodista se exilia y se tiene que cruzar de Nicaragua a Costa Rica, por ponerte el caso más común, te das cuenta de que con el salario de 450 o 600 dólares máximo que te pagaban en Nicaragua, apenas te sirve para pagar una renta”, explica la periodista Jennifer Ortiz, quien trabaja desde Costa Rica.
“Entonces aquí tenés que ganar el doble o el triple para tener una vida digna, y eso nosotros como medios de comunicación, aunque quisiéramos, no podemos permitírnoslo. Entonces, ¿qué hace un periodista? Se retira a otra carrera o incluso a un oficio que le permita vivir decentemente en un país que tiene esa realidad económica”, describe para explicar por qué muchos periodistas nicaragüenses en exilio están dejando de hacer periodismo.
El 20 de septiembre de 2022 anunció su cierre la plataforma Actualidad, dirigida por el conocido periodista de televisión nicaragüense, Dino Sandino, quien renunció a su trabajo en un canal afín al régimen, tras las protestas de 2018.
Actualidad se mantenía gracias a donaciones, que llegaron a ser insuficientes, explicó Andino.
“Tras más de cuatro años de estar con ustedes y de informar de forma objetiva, clara y al instante; nuestra directiva anuncia el cierre de esta plataforma por motivos mayores que nos empuja a tomar esta triste decisión”, expuso públicamente.
Medios cierran y periodistas se retiran
Otra plataforma informativa, Nicaragua Actual, cerró “por tiempo indefinido”.
“Nuestra sostenibilidad financiera sigue siendo un desafío crítico. El compromiso de nuestros periodistas y el apoyo de nuestra audiencia no son suficientes para cubrir los costos operativos que conlleva mantener un medio de comunicación independiente en el exilio».
«Es por eso que, después de varias reuniones, llenos de pesar, decidimos suspender operaciones por tiempo indefinido desde este 1 de agosto por no contar con los recursos necesarios para la operatividad del medio. Informamos también que nuestro sitio web se encuentra fuera de línea por falta de pago en el servidor”, indicó el equipo de Nicaragua Actual.
Nicaragua Investiga, por su parte, decidió empezar el martes 12 de agosto una “huelga informativa”, como una campanada de alerta.
“Desde @nicaraguainvest (Nicaragua Investiga) nos declaramos en huelga. No publicaremos contenido por una semana. Vamos a permitir que el país sepa cómo se ve con un medio menos, y ojalá un día no seamos más los que nos apaguemos, y no por una semana, sino por siempre…”, publicó en la red social X.
Periodismo, la última trinchera contra la dictadura brutal
“El periodismo es el último rezago de democracia que queda en el país. Es ahí donde convergen todas las voces, donde se puede hacer denuncia, donde se pueden documentar estas graves violaciones de derechos humanos que está cometiendo el régimen de Daniel Ortega”, señala Jennifer Ortiz, directora de Nicaragua Investiga.
“Si la sociedad que recibe los beneficios de ese pequeño rezago de democracia que queda todavía en el país, no lo valora, entonces en algún momento ese pequeño espacio va a desaparecer por completo”, sentencia.
Ortiz afirma que la campaña no solo es por la sobrevivencia de la plataforma que fundó hace seis años con otras dos personas más, sino por todos los medios que están en riesgo de desaparecer.
Considera que “hay organizaciones que están creadas precisamente para apoyar a la prensa libre, pero que tienen unos tiempos que no corresponden con los tiempos que nosotros como medios de comunicación necesitamos para poder seguir existiendo”.
Monetización, el gran aporte ciudadano
Los ciudadanos, dice, pueden apoyar de distintas maneras para seguir recibiendo este servicio.
“Hay unos medios que han hecho muro de pago, otros que piden membresías o donativos independientes, o cosas tan sencillas como suscribirse a los canales YouTube”.
“Tal vez la gente no sabe, pero cada vez que alguien reproduce contenido de nuestros canales, nos está monetizando: un dólar, un centavo, lo que sea, entre muchas personas, al final del día, pueden convertirse en el salario de un periodista que está creando el contenido”, dice.
“Gracias al periodismo independiente se han conocido casos de corrupción, se ha conocido información importante que luego el mismo régimen ha tenido que salir a corroborar y donde se han expuesto situaciones que el régimen ha querido ocultar, como la misma pandemia del Covid 19, cuya mortandad el régimen trató de ocultar por debajo de la alfombra, y nosotros, los medios de comunicación, la expusimos”.