La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús denunció este miércoles la continuidad de la «represión gubernamental» en Nicaragua, al cumplirse un año de la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) por parte del régimen sanguinario de Daniel Ortega y su espantosa pareja, Rosario Murillo.
En un comunicado, los jesuitas calificaron la confiscación como «impune e injustificada», señalando que ha causado un «invaluable daño al patrimonio científico y cultural de Nicaragua».
Señalan además que el robo de la otrora prestigiosa universidady constituye una «grave violación al derecho a la educación» de miles de jóvenes.
La orden religiosa enfatizó que esta acción se enmarca en un «contexto nacional de represión sistemática» contra cualquier persona o institución sospechosa de disentir del régimen, incluyendo a diversas organizaciones religiosas.
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Jesuitas señalan crímenes de lesa humanidad
Los jesuitas recordaron que el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, conformado por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha calificado esta represión como «crímenes de lesa humanidad».
En su declaración, la Compañía de Jesús exigió a la infame dictadura nicaragüense el cese de la represión, la liberación de los presos políticos y la búsqueda de una «solución racional» basada en «la verdad, la justicia, el diálogo, la libertad de cátedra y el respeto al estado de derecho».
Asimismo, reiteraron su compromiso con el pueblo nicaragüense y agradecieron las muestras de solidaridad recibidas a nivel nacional e internacional frente a estos «crecientes atropellos».
La confiscación de la UCA, ocurrida el 16 de agosto de 2023, incluyó la apropiación de sus centros de investigación, bibliotecas, colecciones históricas, propiedades y recursos financieros, afectando a estudiantes, docentes y personal administrativo.
Alegando que la universidad era centro de terrorismo, una infame juez al servicio de la dictadura, Gloria María Saavedra, ordenó su confiscación.
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De la prestigiosa UCA a la caricaturezca «Casimiro»
La antigua universidad UCA, respetada a nivel a internacional y la más antigua y prestigiosa de Nicaragua (1960-2023), pasó a convertirse en «Universidad Casimiro Sotelo».
Se nombró así en homenaje a un guerrillero que murió hace casi 60 años en un combate armado contra la Guardia Nacional de la dictadura familiar de los Somoza.
Desde entonces, la UCA se volvió guarida de Sapos y Paramilitares de los brazos represivos de la dictadura, la calidad de la educación se desplomó, miles de sus estudiantes y docentes abandonaron el recinto y la Casimiro se volvió una caricatura de Universidad.