La vocera de la dictadura Rosario Murillo, confirmó este jueves el destierro de los siete sacerdotes a Roma y de la expulsión del embajador de Brasil en Nicaragua.
Murillo, sancionada por Estados Unidos y señalada junto a Daniel Ortega, de cometer delitos de lesa humanida, dijo que los religiosos “llegaron bien” y fueron recibidos por la Santa Sede.
Los sacerdotes desterrados son:Jairo Pravia, Fray. Silvio Romero, Mons. Ulises Vega, Mons. Edgard Sacasa, Pbro. Harvin Torrez, Pbro. Marlon Velasquez y el Pbro. Victor Godoy.
“El gobierno de reconciliación y unidad nacional de nuestra Nicaragua bendita y siempre libre, cumple con informar a las familias nicaragüenses que, el día de ayer miércoles 7 de agosto, salieron de Nicaragua hacia Roma siete sacerdotes nicaragüenses que han llegado bien y han sido recibidos por la Santa Sede”, leyó la perversa en un comunicado vía telefónica.
Murillo también confirma expulsión de embajadores
“Igualmente, nuestra embajadora Fulvia Castro está en ruta hacia nuestra Nicaragua, donde se desempeñará como ministra de la economía familiar a partir de su llegada y una vez formalizado el nombramiento por nuestro presidente”, continuó leyendo Murillo el comunicado de la Presidencia de la República con fecha 8 de agosto.
Breno de Souza Brasil Dias da Costa, salió de Nicaragua este jueves 8 de agosto por no asistir al acto de la Revolución Sandinista, celebrado el pasado 19 de julio en Plaza La Fe, Managua.
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A finales de la semana pasada, se reportó el secuestro de varios sacerdotes, por la policía del régimen criminal de Ortega y Murillo, en un contexto de creciente persecución religiosa.
Aprovechando que los ojos del mundo han estado sobre el monumental fraude y terrorismo de Estado en Venezuela, la dictadura sandinista lanzó una campaña de terror contra la Iglesia Católica, secuestrando clérigos y saqueando parroquias.