Después de casi dos semanas de incertidumbre y angustia, finalmente fueron liberados por la dictadura sandinista los miembros de la familia Rayo-González.
Según el exfuncionario judicial Yader Morazán, la policía del clan Ortega-Murillo liberó sin explicaciones a la ex jueza noveno de Distrito Civil de Managua, Eveling de Jesús González Betancourt.
También a su hijo, el cronista deportivo del Canal 8, Fernando Rayo, quien no regresó a su puesto laboral en el medio de comunicación propiedad de la familia corrupta en el poder.
Además liberaron a su esposo, José Adalberto Rayo Espino, ex retirado del Ejército, juez suplente en Somoto y asesor legal de Telcor, también despedido.
La liberación de la familia Rayo-González se produce en medio de un clima de tensión y violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, donde la dictadura criminal de la familia Ortega-Murillo comete a diario crímenes de lesa humanidad.
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Detalles de la desaparición y secuestro de la familia
El pasado viernes 12 de julio, Eveling González fue secuestrada de su despacho en el segundo piso del Complejo Judicial Central de Managua por esbirros de civil.
El ex administrador judicial Yader Morazán, desde el exilio, informó a través de su cuenta de X que la jueza fue llevada entonces a un destino desconocido.
El mismo día, fuerzas represivas allanaron la residencia de la familia González, llevándose también al esposo de la jueza, José Adalberto Rayo Espino, y a su hijo, Fernando Rayo González.
Según testimonios, la familia quedó incomunicada desde entonces, generando una ola de preocupación entre colegas y familiares.
La jueza Eveling González es conocida por su extensa trayectoria judicial y su contribución a la formación de jueces y la creación de leyes en el ámbito civil.
Sin embargo, a pesar de su reconocida labor y profesionalismo, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia firmaron su destitución sin seguir el debido proceso administrativo, como establece la ley.
Liberación y situación actual de la familia
Tras su liberación, se ha confirmado que a Eveling González se le canceló su contrato laboral de más de 30 años sin ningún procedimiento administrativo.
La situación de su esposo e hijo, aunque ahora libres, sigue rodeada de incertidumbre y temor debido al contexto represivo del régimen Ortega-Murillo.
El exiliado Yader Morazán comentó sobre la liberación:
«Es un alivio saber que están fuera de peligro inmediato, pero la arbitrariedad y el abuso de poder que han sufrido no pueden quedar impunes. Debemos seguir denunciando estas violaciones y apoyando a quienes son víctimas del régimen.»
Siguen de cerca los crímenes Ortega-Murillo
La liberación de la familia Rayo-González trae un respiro temporal, pero también subraya la grave situación de derechos humanos en Nicaragua.
La comunidad internacional y los organismos de derechos humanos continúan observando de cerca el accionar criminal del régimen de Ortega-Murillo, en espera de justicia para todas las víctimas de represión en el país.