El padre Marcos Somarriba, párroco de la iglesia Santa Agatha en Miami, en su homilía del domingo 7 de julio se refirió al pasaje de Marcos 6:1-6, donde Jesús es rechazado en su propia tierra.

El pasaje bíblico cual leído en el contexto de los desequilibrios sociales que se viven en nuestras tierras y en tiempos de dictaduras y la opresión que sufren varios pueblos en Latinoamérica, ofrece profundas enseñanzas y también esperanza.

Recordó que Jesús fue descalificado en la tierra que le vio nacer y todo por cumplir con su misión: Hablar en nombre de su padre y estar del lado de los menos favorecidos, de los visto de a menos, de los oprimidos.

Eso, dijo Somarriba, sigue pasando hoy.

«El Jesús presente hoy en nuestros días es también descalificado y puesto en duda, todo ser humano que alza su voz en nombre de la justicia y los derechos inalienables de los demás es visto como alguien incoherente que desentona y es puesto en duda y entre cizaña se le quiere ahogar el fruto de su reclamo por los demás al igual que Jesús en este evangelio que escuchamos hoy», dijo el sacerdote.

«Lo más fácil -añadió- es llenar de fango y basura la reputación de todo aquel que lucha por la justicia y defensa de los menos afortunados y sufridos por las injusticias de los abusadores y violadores de turno, así como el demonio o los endemoniados modernos, lo primero que hacen para dominar a los hijos de Dios es exaltar y sacar a luz las debilidades y cuitas personales atacando su derecho y obligación a reclamar libertad y derecho».

Volverían a matar a Jesús

Asimismo el padre Somarriba dijo que a Jesús los poderosos querían callarlo o eliminarlo, porque era quien arruinaba sus planes y eso también se repite hoy.

«Este vomita luces y reclama como Jesús, hay que callarlo, hay que silenciar su voz porque nos expone y saca a relevancia nuestras oscuridades y planes maléficos, y con su luz revela las oscuridades maquiavélicas que hacemos que están causando beneficios a nosotros pero desgracias y sufrimientos a los demás…».

«Si no los callamos, si no los expulsamos y aun desterrados debemos de mantenerlos alejados de los oídos que claman escuchar la luz de la verdad para no perder la esperanza de que llegara un nuevo amanecer, que mostrara la luz del sol de justicia que ilumina a todo ser humano que viene a este mundo. Así hicieron con Jesús, lo descalificaban por su origen, por su reclamo y por su justicia divina».

padre marcos somarriba en homilía
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La opresión se sostiene con el miedo

De igual forma Somarriba dijo que hoy se descalifica, se encarcela, se destierra y se mata a todo aquel que desentona en este mundo, como Jesús desentonaba con su palabra de vida y amor la retórica envenenada que manaba del corazón egoísta de la elite en turno.

«La opresión se sostiene con el miedo y el control. Las dictaduras, como las que experimentamos hoy, utilizan el miedo y el control para mantener su poder, silenciando cualquier forma de disidencia», dijo.

«Las dictaduras buscan silenciar a los profetas de nuestro tiempo, aquellos que denuncian las injusticias y luchan por la libertad y la dignidad de sus pueblos», remarcó Somarriba.

Y sostuvo que «no se puede tapar el sol con el dedo», porque las dictaduras en nuestros países a menudo buscan normalizar la opresión y la injusticia, haciéndolas parecer una parte natural de la vida cotidiana.

«La gente puede llegar a aceptar estas condiciones como inevitables, perdiendo de vista la posibilidad de un cambio real y la esperanza de una vida mejor. Pero Jesús sigue reclamando lo que en derecho y gracia su Padre nos ha dado desde el primer instante de nuestra concepción».

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Enfrentar el miedo con unidad, valentía y determinación

El padre Marcos explicó en su homilía que en nuestros contextos de opresión, la fe en un futuro mejor y en la justicia de Dios es esencial.

«La falta de esperanza y la resignación pueden impedirnos ver y experimentar los milagros que Dios desea realizar en nuestras vidas y en nuestras sociedades. La fe nos impulsa a actuar y a luchar por un mundo más justo», expresó.

Aseguró que los cristianos católico también están llamados a no desanimarnos ante el rechazo y la persecución, por lo que recomendó en medio de la opresión, seguir adelante, siendo portadores de la verdad y la justicia, confiando en que Dios está del lado de las vícitmas y que su Reino prevalecerá.

«Que la incredulidad y la opresión no nos desalienten. Al contrario, que nos fortalezcan y nos impulsen a seguir adelante, confiando en que el poder de Dios puede transformar incluso las situaciones más difíciles por muy imposibles que se vean», exhortó.

«Enfrentemos el miedo con valentía y determinación, apoyándonos mutuamente y buscando formas pacíficas y efectivas de resistencia», añadió el religioso en su homilía.

En ese sentido Somarriba dijo que la unidad y la solidaridad son cruciales para resistir la opresión.

«Fortalezcamos nuestras comunidades y apoyemos a nuestros hermanos y hermanas que sufren hoy en día la falta de libertad, la persecución y el destierro en nuestra América linda y querida», concluyó su homilía el padre Somarriba.

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