A pesar de los esfuerzos del régimen sandinista de Nicaragua por aislarse de la comunidad internacional, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue siendo objeto de atención y condena global.
Hoy 29 de mayo, el Consejo General de la Abogacía Española centró su atención en los crímenes y violaciones de derechos humanos en Nicaragua y Venezuela en un foro en Madrid, España.
Desde esa tribuna reclamaron a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para poner fin a las violaciones de derechos humanos y castigar los delitos de lesa humanidad cometidos por la familia Ortega-Murillo desde abril de 2018.
Ortega-Murillo en debate sobre crímenes de lesa humanidad
En una sesión organizada conjuntamente con el Grupo Iberoamericano para la Justicia Internacional y Caracastvinternacional-Nueva York, se llevaron a cabo dos mesas redondas.
La primera, titulada «La realidad de Nicaragua y los crímenes. La necesidad de visibilizar la tragedia», contó con la participación de Norman Caldera, ex ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua.
Además participó Humberto Calderón Berti, ex canciller de Venezuela; y Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano.
De manera unánime, coinciden en la comisión de delitos de lesa humanidad de los Ortega-Murillo.
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Nicaragua y Venezuela en criminal sintonía
En la segunda mesa se abordó la situación en Venezuela y la demanda interpuesta ante la Corte Penal Internacional, con la participación de Blas Jesús Imbroda, presidente de la Subcomisión de Extranjería y Protección Internacional del Consejo General de la Abogacía Española.
También estuvo Asdrúbal Aguiar, ex ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela; y Víctor Rodríguez Cedeño, ex embajador de Venezuela ante Naciones Unidas.
«Hablamos de crímenes de lesa humanidad que se están cometiendo por dos dictaduras», manifestó Blas Jesús Imbroda.
«Ante esta tragedia, debemos responder con dos actuaciones: no parar de denunciarlo ante la opinión pública y luchar para que la justicia internacional dé una respuesta. Pedimos libertad y justicia para estos países», dijo.
El evento fue moderado por Carmen Cecilia Pérez, miembro de Caracastvinternacional-Nueva York.
Abusos de los Ortega-Murillo vuelven a la OEA
En paralelo, la situación en Nicaragua sigue siendo objeto de atención en otros foros internacionales.
Un grupo de países, representados por la Misión Permanente de Canadá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), ha solicitado a la presidencia de la Comisión Preparatoria incluir el tema «La situación en Nicaragua» en el proyecto de temario del quincuagésimo cuarto período ordinario de sesiones de la Asamblea General del organismo, que se realizará en junio de 2024 en Asunción, Paraguay.
El 21 de noviembre de 2023, Nicaragua salió oficialmente de la OEA tras cumplirse los dos años desde que el régimen orteguista denunciara la Carta del organismo para retirarse.
Sin embargo, la OEA ha seguido monitoreando la situación en Nicaragua.
La reciente solicitud de incluir a Nicaragua entre los temas de la próxima Asamblea General llega poco más de un mes después de que el Consejo Permanente de la OEA aprobara por aclamación la resolución «Seguimiento sobre la Situación Sociopolítica en Nicaragua».
A la vez, crearon un grupo de voluntarios para dar seguimiento a la situación y disolviendo el Grupo de Trabajo conformado el 2 de agosto de 2018.
Nicaragua ante examen de Derechos Humanos
En 2024, Nicaragua se someterá nuevamente al Examen Periódico Universal, con sesiones programadas para agosto y noviembre.
Este examen promete ser un momento crucial para reevaluar y criticar la situación de derechos humanos en el país, en un contexto donde la represión y los abusos continúan siendo una realidad alarmante.
El último Examen Periódico Universal (EPU) de Nicaragua en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, en mayo de 2019, la dictadura salió reprobada.
No hubo manera de capear el vendaval y el régimen fue objeto de intenso debate y preocupación debido a la situación de derechos humanos en el país.
Durante la sesión, varios países expresaron inquietudes sobre la represión gubernamental contra las protestas, la falta de independencia judicial, las detenciones arbitrarias, la censura de los medios de comunicación y otras violaciones de los derechos humanos.
El gobierno de Nicaragua rechazó muchas de estas críticas y defendió su gestión de los derechos humanos, pero la comunidad internacional ha continuado expresando preocupación.
El lapidario informe de OACNUDH
Como antecedente significativo, en febrero pasado se presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas un informe del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, acusando a la dictadura nicaragüense de cometer abusos que constituyen violaciones de derechos humanos.
Este informe resalta la gravedad de la situación y la urgencia de una intervención internacional efectiva.
La comunidad internacional, a través de diversas plataformas y organismos, sigue ejerciendo presión sobre el régimen de Ortega-Murillo.
Los esfuerzos por denunciar y castigar las violaciones de derechos humanos en Nicaragua son un recordatorio constante de que, a pesar de los intentos de aislamiento, la dictadura sigue bajo el escrutinio global.
La lucha por la justicia y la libertad en Nicaragua continúa siendo un tema prioritario en la agenda internacional.