El Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó por aclamación una resolución en la que autorizó el fin del «Grupo de Trabajo para Nicaragua» y la creación de un «grupo voluntario» para monitorear la situación del país, además de instar a la dictadura sandinista a abrirse a un diálogo al más alto nivel que permita la reincorporación del país como miembro del foro continental.
El proyecto de resolución “Seguimiento de la situación en Nicaragua” fue presentado por la Misión Permanente de Canadá y respaldado por Antigua y Barbuda, Argentina, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Perú y Uruguay.
Según el documento, en Nicaragua persiste una crisis caracterizada por el desmantelamiento de las estructuras cívicas, un severo deterioro de las instituciones y poderes esenciales de un Estado de derecho y la violación sistemática y persistente de los derechos humanos, tal como lo han documentado los diversos informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes para Nicaragua (GIEI Nicaragua), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (GHREN).
Además de cerrar el capítulo del «Grupo de Trabajo para Nicaragua», la resolución de la OEA establece “contar con un grupo voluntario, abierto a la participación de todos los Estados Miembros, que asista al Consejo Permanente en sus esfuerzos por prestar especial atención a la situación en Nicaragua, sin que ello genere costos para el presupuesto de la Organización”.
También solicitan a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a continuar suministrando al Consejo Permanente informes periódicos sobre la situación en Nicaragua con el fin de facilitar, cuando sea necesario, la consideración de todas las acciones adicionales que puedan contribuir al efectivo ejercicio de la democracia representativa, el Estado de derecho y la protección de los derechos humanos en el país.
“Reiterar el llamamiento a los Estados Miembros de la OEA para que hagan todo lo posible por alentar a las autoridades de Nicaragua a emprender un diálogo al más alto nivel, incluso adoptando acciones, con apego a la Carta de la Organización de los Estados Americanos, para su reincorporación como miembro de la Organización”, finaliza el documento. Otra vez OEA sesionará para revisar «situación de Nicaragua»: insta a diálogo al «más alto nivel»
Los pié de páginas
Durante la sesión los países de San Vicente y las Granadinas, El Salvador y Bolivia, solicitaron una nota al pie de página por desacuerdo a la creación del grupo voluntario.
El representante de la delegación de Bolivia en la OEA, dijo que saludaba el fin del mandato de la resolución que creó el Grupo de Trabajo para Nicaragua, al mismo tiempo, que se mostró en contra de la conformación del grupo voluntario.
“Mi país no comparte que se cree un grupo voluntario y que se disponga una serie de posible situaciones de seguimiento llamemos. No encuentro el término jurídico preciso que pueda ser reflejado en la normatividad de la OEA, por lo cual ha de presentar una nota al pie el día de hoy mostrando su disconformidad con esta situación», dijo.
«Esto-añadió- no quiere decir que el Estado de Bolivia no respete el trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el entendido de que Nicaragua no ha denunciado la Convención Americana de Derechos Humanos”.
Uruguay: «Son la peor y más cruel dictadura»
Mientras tanto Washington Abdala, embajador de Uruguay, reiteró que la dictadura de Nicaragua es la peor del continente, considerando que en efecto «hay otras oprobiosas», pero la más perversa de la trilogía es la de Managua, por lo cual consideró necesario que se continúe el monitoreo y seguimiento del país.
“El señor Ortega dice que no (quiere que lo supervisen) y la comunidad internacional le dice si, que si va a seguir insistiendo, va a seguir observando, mirando y escrutando y eso es lo que tenemos que hacer», dijo Abdala.
«Son 300 destierros, sólo en la época romana se desterraba a la gente, eliminación de ciudadanía, la situaciones en materia de privaciones de libertad civil, ¿cuánta gente?, ¿cuántos periodistas que no están pudiendo trabajar libremente en Nicaragua?», se preguntó ante el plenario de la OEA.
Agregó que “hace muy bien Chile, Canadá nosotros todos lo que estamos preocupados por este tema y es muy impactante el nivel de apoyatura que ha tenido en la reunión de hoy es muy impactante, porque es que se le diga desde afuera que cada vez estamos más inquietos, más preocupados, más dolidos, más angustiados por lo que pasa en Nicaragua. Y ojo con dejarla sola Nicaragua, ojo porque es dictadura cuando empiezan en un mambo propio, en una cosa propia en una especie de nación propia, ya nadie sabe dónde pasa absolutamente nada y la vida no le vale nada a nadie y lo digo desde la solidaridad”.
Alejandra Solano, representante de Costa Rica, expresó su preocupación por la crisis en Nicaragua caracterizada por el desmantelamiento de las estructuras cívicas, el deterioro de las instituciones democráticas y los persistentes abusos contra los derechos humanos.
Reiteró que la salida de Nicaragua del organismo no la exime de sus obligaciones internacionales.
“Es imperativo que continuamos prestando atención y seguimiento a la situación de Nicaragua, la resolución que acabamos de adoptar, es una muestra del compromiso de este Consejo Permanente con la grave situación que aflige al pueblo nicaragüense», dijo Solano.
Añadió que el establecimiento de un grupo voluntario para monitorear la situación en Nicaragua «es un paso en la dirección correcta en el acompañamiento al retorno de la democracia, el Estado derecho y el respeto a los derechos humanos en esa nación”.
La dinastía que se quiere enraizar
De igual forma el delegado de Estados Unidos ante la OEA, señaló que la situación en Nicaragua no ha cambiado porque los nicaragüenses sufren la represión en todos los espacios.
“Vemos el autoexilio de miles, de periodistas, miembros de la sociedad civil, defensores derechos humanos y miembros de la oposición, vemos el creciente número de refugiados y solicitantes de asilo, inmigrantes nicaragüenses”, expresó.
En este sentido, EEUU reiteró el respaldo a los nicaragüenses que desean tener un cambio pacífico en su país.
“El presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo, siguen demostrando su objetivo de enraizar el control de su familia en cada aspecto de la vida en Nicaragua. Hemos visto el brutal trato de los detenidos injustamente que sólo procuraban obtener a través de elecciones libres imparciales un cambio, estos prisioneros políticos no han hecho nada mal, el régimen está aterrado de perder poder y por eso castiga a la oposición política, los medios independientes, a los estudiantes, a los líderes empresariales y la sociedad civil”.
El embajador de Brasil, dijo que su país sigue preocupado por el deterioro de la situación de los derechos humanos y la reducción del espacio cívico en Nicaragua y acompañó el contenido de la resolución.
«Las obligaciones de Nicaragua siguen vigentes a la vista de los tratados de derechos humanos que ha firmado el país», a la vez que añadió que el Consejo Permanente no estará indiferente a lo que ocurra en el país centroamericano . «Brasil mantiene la esperanza en que con diálogo y cooperación Nicaragua de los pasos para reintegrarse a la OEA», señaló.
La delegación de Canadá destacó la represión contra la Iglesia Católica por lo cual instó a la restauración de los derechos humanos en el país.
“Condenamos las medidas represivas adoptadas por el gobierno Nicaragua contra líderes religiosos en particular la Iglesia Católica debemos seguir impulsando la restauración de los derechos humanos y la libertad fundamentales de todos los líderes en el país en función de las acciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
Recordó que Nicaragua no está exenta de cumplir con sus compromisos internacionales y las convenciones internacionales de derechos humanos.
“Renovamos nuestro deseo que Nicaragua restaure el diálogo con la comunidad internacional entre tanto Canadá siempre sea posible seguir impulsando que se escuchen las voces de los nicaragüenses, seguiremos dando voz a las víctimas de derechos humanos, denunciando ataques contra la democracia la libertad de expresión y hablaremos por aquellos que están siendo silenciados subrayamos los casos trágicos de Brooklyn Rivera y Nancy Elizabeth Enríquez”, insistió la representación de Canadá.