Por Café con Voz
Mientras la pareja dictatorial de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, sigue aislada con su familia en su búnker en El Carmen, manda a sus seguidores y fanáticos a eventos públicos de alto riesgo de contagio, provocando una mortandad de más de 200 miembros de las estructuras partidarias desde que se anunció el inicio de la pandemia el pasado 18 de marzo.
De acuerdo a una lista de nombres, cargos y lugares elaborada y ratificada por varias cuentas de redes sociales en base a las publicaciones de las páginas oficialistas, las muertes de miembros de las estructuras partidarias del Frente Sandinista de Liberación Nacional hasta el 6 de julio incluían a altos jefes de la sancionada policía sandinista, funcionarios de alto nivel del estado, diputados, alcaldes, secretarios políticos, militares, paramilitares y miembros de la Juventud Sandinista.
Uno de los últimos en fallecer fue el comisionado general Diógenes Cárdenas, jefe escolta del cardenal Leopoldo Brenes, quien lamentó su muerte mientras la institución a la que sirvió por décadas no emitió mensaje alguno de duelo.
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Muertos entre los cuerpos armados
Además de Cárdenas, figuran al menos 16 muertes en las filas policiales, incluyendo comisionados, inspectores, jefes de sector y policías de rangos medios o bajos, pero sin incluir policías de línea.
De igual modo se reportan al menos 11 muertos entre miembros del Ejército y una decena más de militares en retiro que figuraban como operadores políticos y paramilitares del FSLN, siendo el más visible de ellos Edén Pastora, funcionario del régimen.
Además, figuran en la lista de muertes del FSLN siete diputados, entre titulares, suplentes, aliados y del FSLN en la Asamblea Nacional y el Parlamento Centroamericano, entre ellas, Rita Fletes, Maria Mercedes Sacasa de Prego y Antonina Vílchez.
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Entre los alcaldes, concejales y funcionarios municipales figuran Orlando Noguera, ex alcalde de Masaya, Marianela Gutierrez Baltodano, vice-alcaldesa de Diriamba y al menos 13 funcionarios y concejales de varias alcaldías sandinistas.
Entre operadores políticos, funcionarios menores, sindicalistas, militantes históricos, paramilitares y dirigentes se calculan al menos 87 las bajas entre las filas del FSLN.
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Altos funcionarios muertos
Aparte se mencionan funcionarios de mayor peso, como Armando Navarrete, director por Nicaragua ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE); Francisco Abea Lacayo, gerente general de de Políticas y Estadísticas Fiscales del Ministerio de Hacienda; Orlando Castillo, director de Telcor; Oscar Cruz, Gerente General de Caruna y otros de rangos menores.
Hasta la fecha, la dictadura he negado y desconocido la mayoría de muertes sospechosas de Covid-19 que el Observatorio Ciudadano estima en 2,225 mientras que el Ministerio de Salud a duras penas reconoce 91 fallecimientos.
El régimen tampoco ha lamentado públicamente estas muertes, ni ha decretado estado de duelo, pese a que la mayoría de sus miembros murieron por contagio promovido en eventos públicos estatales o partidarios ordenados desde El Carmen.