La dictadura sandinista arrastra a Nicaragua a un peligroso escenario en el marco de una “guerra camuflada” que ha declarado Rusia contra Estados Unidos, facilitando al país centroamericano para la creación de una “cabeza de playa”, afirmó el doctor Hugo Acha, especialista en temas de Seguridad Global.
“Afirmar que Nicaragua se ha convertido en una ´cabeza de playa´ de los enemigos de Estados Unidos, no está lejos de la realidad, es una descripción precisa, porque el mismo Kremlin dice que así es al referirse a la reciente reunión en Managua” dijo Acha en Café con Voz.
“Además -agregó el especialista- es una reunión de Rusia con los regímenes enemigos de Estados Unidos en la región, a quien señalan como el que está en contra del desarrollo de los pueblos ´libres e independientes´ de América Latina”.
Esa reunión es la que el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, el general Nikolai Patrushev, sostuvo el 27 de febrero en Managua con empleados de la dictadura de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia para conversar sobre “cooperación en seguridad”.
Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial, dijo que el secretario del Consejo de Seguridad ruso también llevó a cabo encuentros bilaterales con el Ejército, la Policía y el Ministerio del Interior y destacó que con los dos últimos se lograron las firmas «de importantes» acuerdos.
Acha, afirma que estas acciones encaminan a considerar que existe una guerra declarada y camuflada contra Estados Unidos.
¿Cuál es su opinión de estos encuentros en Nicaragua y qué representan para la región y para Estados Unidos?
Si uno lee el documento oficial del Kremlin, básicamente es una declaración de guerra contra Estados Unidos y en contra del desarrollo de los pueblos libres e independientes de América Latina.
Habla de Rusia como un poder que jamás ha ejercido dominios coloniales y que pone a disposición de los aliados todos los medios necesarios financieros y militares.
¿Se pueden esperar acciones concretas contra Estados Unidos luego de estos encuentros en Managua?
En nuestra opinión ya hay acciones en pleno desarrollo esta guerra, sino veamos el tema de la migración como arma de guerra, sino veamos la cantidad de cubanos que han venido a Estados Unidos, facilitado ese viaje por Managua.
Veamos el tráfico de narcóticos en Bolivia, en Colombia, a grandes escalas, al punto que ´por accidente´ se conoce del decomiso de una tonelada de cocaína en Rusia llegada desde Nicaragua, entonces hay una guerra no convencional en acciones.
Pero si la pregunta es si vendrán acciones bélicas contra EEUU luego del encuentro en Managua, no responderé con una opinión sino con hechos, porque Venezuela ha abierto sus puertas para que bombarderos rusos hicieran operaciones de despliegues, acaba de recibir capacitaciones en misiles, Cuba ha facilitado su territorio para operaciones de vigilancia, hackeo o recojo de operaciones hostiles, así que si ocurriese no me soprendería.
¿Se debe esperar reacción de Estados Unidos?
Ya hay acciones dentro de esta guerra contra Estados Unidos y operaciones en pleno desarrollo. Por eso, se está utilizando la migración como un arma de guerra. El régimen de Managua es un facilitador que recibe a los migrantes y los entrega a las organizaciones criminales.
También, podemos entender la facilitación del tráfico de narcóticos. Ya hay operaciones de una guerra no convencional que busca erosionar a las instituciones de Estados Unidos.
En Estados Unidos hablamos de burocracia de decenas de miles de funcionarios. El problema es el liderazgo de Estados Unidos. Esta administración ha dejado que todos los aspectos fundamentales de cuidado con la seguridad estratégica sean rebasados a través de esta guerra infinita.
El GHREN y el Ejército Sandinista
Dentro del gran trabajo que ha hecho el Grupo de Expertos de Naciones Unidas en Derechos Humanos en Nicaragua, en el esquema de represión no aparece el Ejército Sandinista, ¿qué opina de ello?
El informe reconoce la comisión de delitos de crímenes de lesa humanidad y que el Estado, en manos del régimen, tiene como objetivo la persecución. Sin embargo, entre los problemas que identifico está en definir al régimen Ortega Murillo como el gobierno de Nicaragua, cuando la comunidad internacional ha dicho que las elecciones no fueron válidas.
Se habla de grupos armados y da la impresión que hay grupos armados en dos bandos, cuando son solamente a favor del régimen.
La ausencia llamativa de las fuerzas armadas bajo el pretexto de que no hubo operación militar como tal, pero ignorando que se utilizaron mecanismos de inteligencia militar, le hace un flaco favor a esta instancia. Las fuerzas armadas de Nicaragua deben saber que cuando exista retorno a la democracia no habrá impunida y que la no utilización del uniforme es un pretexto para mermar responsabilidad.
Las fuerzas armadas y paramilitares son herramientas de una unidad criminal que tiene el monopolio de la violencia en Nicaragua.
¿Podría haber espacio con nicaragüenses para que no queden dudas sobre la actuación del Ejército?
Los nicaragüenses deben aprovechar una situación única. A diferencia de los bolivianos y venezolanos, tienen una posición inequívoca en la declaración manifestada por organismos internacionales y buena parte de la comunidad democrática mundial.
Creo que Nicaragua debe formar organizaciones que le permitan actuar como un gobierno en el exilio porque no existe un gobierno legalmente constituido investido.
Se debe acudir a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas y que se abran expedientes específicos.