Voz de América
El presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, consiguió un nuevo mandato este jueves en una votación parlamentaria en la que obtuvo el apoyo de la mayoría de los diputados para formar un nuevo gobierno tras cuatro meses de bloqueo desde las elecciones generales.
Sánchez seguirá al frente de un país profundamente dividido por su decisión de conceder una ley de amnistía a los independentistas catalanes a cambio de su apoyo.
La votación se celebró tras casi dos días de debate entre los líderes de los partidos, que se centraron principalmente en el controversial pacto de amnistía a separatistas catalanes, que Sánchez aceptó a cambio de su crucial apoyo para ser reelegido como presidente del gobierno.
Sánchez contó con el apoyo de seis partidos más pequeños, lo que le permitió superar la mayoría absoluta de 176 parlamentarios necesaria para ser reelegido y formar otro gobierno de coalición en minoría con el grupo de izquierdas Sumar.
Las inconcluyentes elecciones nacionales españolas del 23 de julio dejaron un parlamento muy dividido. El Partido Popular (PP) fue el más votado, pero no consiguió suficiente apoyo en el parlamento para formar un gobierno debido a sus alianzas con el ultraderechista Vox.
Acuerdo de amnistía
La sesión de investidura de este miércoles y jueves, ha estado marcada por la amnistía a los encausados por el procés catalán, la medida que ha capitalizado además las negociaciones y ha permitido el voto favorable de Junts, cuyo apoyo permite a los de Carles Puigdemont pasar a la senda de la gobernabilidad, el camino que emprendió ERC hace cuatro años. La necesidad de los votos de los partidos independentistas ha obligado al PSOE a recular y aceptar la medida de gracia, materializada en una proposición de ley registrada finalmente en solitario por los socialistas, pero que cuenta con el respaldo de todos los partidos que han apoyado a Sánchez, a excepción de Coalición Canaria (178 votos en total).nn
En su discurso de investidura de este miércoles, Sánchez explicó que el olvido penal es “perfectamente legal y acorde con la Constitución”. Al tramitarse la medida de gracia en el Parlamento, el secretario general socialista recordó que “se va a aprobar bajo luz y taquígrafos”. En este sentido, ahondó que “no será un ataque a la Constitución del 78, sino todo lo contrario, una muestra más de su fortaleza y vigencia”.
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Con todo, el líder del PSOE, abrazó por primera vez en el Congreso la amnistía, después de que a finales de octubre lo hiciera en el Comité Federal, y la justificó “en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la concordia entre españoles”. Además de poner en valor su utilidad para “solucionar el conflicto político” en Cataluña, la ley se erige como condición de gobernabilidad para “evitar que España retroceda, para lograr que nuestro país siga avanzando y que sea una inspiración también para otras muchas sociedades europeas que ven cómo avanza la ola reaccionaria”.
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Hostigamiento a diputados socialistas
Tanto las negociaciones como el debate de investidura, han estado envueltos en un ambiente de crispación, con pequeñas concentraciones en los aledaños de un Congreso blindado, y la continuación de las protestas en la sede central del PSOE, en la madrileña calle de Ferraz.
En medio de esta tensión, agitada por la ultraderecha, dirigentes socialistas han sufrido ataques y acoso. Este hostigamiento también se ha producido en el segundo día de la cita de la investidura, cuando los diputados Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià han sido acosados e insultados antes de su llegada a la Cámara Baja.