El régimen sandinista no ha podido echar a andar la confiscada Universidad Centroamericana (UCA), ahora nombrada por la dictadura Universidad Casimiro Sotelo. Pese a la imposibilidad, decidió robarse el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE)
A criterio de Adrián Meza, rector de la Universidad Paulo Freire, confiscada en 2022 por la dictadura, el Incae “estaba condenado a morir” en el sistema actual que desea imponer el régimen en Nicaragua.
“Si estudias la historia del Incae, te das cuenta que además de ser un centro de alto rigor, el modelo de pensamiento no se puede ajustar al modelo de economía centralizada. Por eso, algunos académicos aseguraban que el Incae estaba condenado a morir en este contexto”, dijo Meza en entrevista a Café con Voz.ç
Hay pocas acciones de la comunidad internacional
Según Meza, la comunidad internacional podría hacer más ante la situación de Nicaragua.
“Van a haber más pedradas de papel. Pero llegó el tiempo de tomar acciones. Por eso el régimen dice que hoy es el Incae, mañana el edificio de los Pellas, luego los bancos, porque ya todos saben que va a pasar: todos se van a poner tristes”, dijo.
El rector de la Universidad Paulo Freire asegura que hizo una “exploración” en el Consejo Superior Universitario Centroamericano (Csuca) para exponer la situación de Nicaragua, pero que no hubo interés de los países miembros.
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“Creímos que en el Csuca íbamos a encontrar eco. Hicimos una primera exploración pero eso está tan en ruina moral como cualquier otra institución de la integración centroamericana”, aseguró.
Dictadura con la misma práctica: saquear bienes como revancha
La dictadura no perdona el rol del Incae y la UCA durante el estallido social, cuando ambos centros de educación superior brindaron asistencia a los manifestantes.
“Es una práctica de saqueo de bienes sin detenerse ni ninguna consideración legal o política. También se trata de tener una supresión de cualquier espacio de educación que no esté de acuerdo con el régimen”, dijo Meza.
“Hay un sentimiento de revancha política que se reafirma por el hecho de que no hay nada que la detenga”, reafirmó.
La Casimiro Sotelo: La nueva pulpería de la dictadura
La dictadura “no abrió” el 25 de septiembre la universidad confiscada Casimiro Sotelo. El rector de la misma adelantó que no sería posible por complicaciones técnicas.
“Las declaraciones de Genett fueron contundentes porque pintó la incapacidad del gobierno de cuerpo entero. Si Alejandro Genett no está preso es porque sería difícil de explicar como el rector recién nombrado está en la cárcel”, refirió Meza.
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El académico recordó que algunas voces dentro del régimen advirtieron que confiscar tantas universidades sería “un camino peligroso”
“Cuando empezó la fiesta de la confiscación de las universidades, existieron voces técnicas en el CNU que advirtieron a Ramona Rodríguez que ese camino era muy difícil y que no tenían la capacidad de pasarle al sector público más de 30 mil estudiantes universitarios”, dijo Meza.