La Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano (Parlacen), aprobó la incorporación de China como Estado Observador del órgano, a solicitud de la dictadura sandinista.
Según un comunicado de este órgano, la iniciativa tuvo el respaldo de los parlamentarios en la sesión realizada en Managua el 21 de agosto.
“La bancada parlamentaria nicaragüense, destacó que es imperativo que el Parlamento Centroamericano, armonice sus políticas, con las directrices adoptadas por los presidentes de los Estados partes, que son la máxima autoridad del Sistema de Integración, quienes han reconocido el principio de una sola China”, señala el comunicado de la subsede del Parlacen en Managua.
El comunicado señala que Nicaragua sustenta su propuesta basada en la Resolución del 25 de octubre de 1971 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), constituida como una organización internacional entre Estados Soberanos, considera a Taiwán como una provincia de China Continental, por lo que la descalifica a participar como país independiente.
“Por ello, el Parlamento Centroamericano revocó la calidad de Observador Permanente de Yuan Legislativo de Taiwán e incorporó en calidad de Observador Permanente a la Asamblea Popular Nacional China, como representante legítimo de China”, añadió.
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El voto promovido por Nicaragua, uno de los nuevos aliados de China, supone un intento de ambos países para «socavar la democracia» en la región, criticó el Ministerio de Relaciones Exteriores taiwanés.
El Parlacen es un órgano político que representa a seis países de esta región, convertida en campo de la batalla diplomática entre Taipei y Pekín.
China considera a esta isla como parte de su territorio y se opone a cualquier intercambio oficial de sus representantes con dirigentes de otros países y a su participación en organizaciones internacionales.
El anuncio fue recibido con agrado por Pekín
«Esto demuestra una vez más que la adhesión al principio de una sola China es una ola inevitable, la aspiración del pueblo y una tendencia imparable», reaccionó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
El ministerio taiwanés respondió que iban a salir de este órgano para «salvaguardar» su soberanía nacional y su «dignidad».
«La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua quiere convertirse en un peón de China», criticó en un comunicado el martes.