El Gobierno del brasileño Luis Inacio Lula Da Silva envió una resolución alternativa sobre Nicaragua que pretende “lavarle la cara” a la dictadura sandinista a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se reunirá la próxima semana en Washington, Estados Unidos.
La resolución que propone Da Silva busca suavizar el tono de condena a la dictadura de Daniel Ortega y le agrega condicionales a algunos de los graves hechos que ocurren en el país centroamericano.
En lugar de que la OEA pida que retorne la democracia en Nicaragua, Lula pide “fortalecerla” y en vez de expresar profunda alarma por los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el escalamiento de la represión en Nicaragua, el presidente brasileño pide “expresar preocupación”.
Lula Da Silva también pide quitó los términos que se refieren “la confiscación de bienes y activos y la denegación de pensiones para aquellas personas privadas de la nacionalidad por el gobierno” y agregarle la palabra “supuestas” a las violaciones al derecho de propiedad y seguridad social que hizo la dictadura al quitarle la nacionalidad y deportar a cientos de ex reos políticos.
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Lula quitó la frase que hace hincapié en el “empeoramiento de las condiciones ha provocado que cientos de miles de nicaragüenses hayan abandonado el país desde 2018″ y suprime los señalamientos de preocupación por el rechazo de Nicaragua a comprometerse con los mecanismos internacionales de derechos humanos.
Lenguaje ambiguo para evitarse disgustos de la dictadura
Lula Da Silva propone como retórica la ambigüedad, para no criticar duramente a la dictadura y dejar a la discrecionalidad o libre interpretación los señalamientos de crímenes de lesa humanidad.
Según el medio Infobae, que tuvo acceso a la propuesta de resolución de Lula Da Silva, lo largo de todo el anteproyecto en cuestión para la resolución de cancilleres, le agrega condicionales a muchos hechos que ocurren en el país. Por ejemplo, en un párrafo que se pedía a Ortega “que deje sin efecto las normas que han permitido” privar arbitrariamente de su nacionalidad a ciudadanas y ciudadanos nicaragüenses, le cambia la redacción para que diga que “puedan habar permitido”.
Donde decía que las acciones de Ortega “restringen” libertades públicas, propone escribir que “puedan restringir”.
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En el texto original se pedía “cesar” toda acción violenta en contra de las personas, así cómo “reestablecer” los derechos civiles y políticos y que “detenga” la intimidación y acoso a periodistas y comunidades religiosas. Brasil propone cambiar esas palabras y pretende que se le pida a Ortega “frenar” acciones “que puedan considerarse como una violación a los derechos humanos”. Pero no las reconoce como tal, señala el medio Infobae.
El medio argentino expone que el argumento que manejan en el gobierno de Brasil es que si realmente se quieren producir cambios en Nicaragua se necesita bajar el tono de la confrontación y permitir tender puentes de diálogo.
En ese sentido, una de las modificaciones que propone Brasil es cambiar un párrafo que hablaba de mostrar a la Asamblea General de la OEA como “preocupada por el desconocimiento de Nicaragua y su rechazo a comprometerse con los mecanismos internacionales de derechos humanos”, por un texto que diga que la organización está “dispuesta a comprometerse de manera constructiva con Nicaragua con miras a que cumpla sus obligaciones internacionales de derechos humanos”.